domingo, 21 de julio de 2019

La Séptima Jornada del Decamerón de Giovanni Boccaccio.

*NOTA: Todos los Análisis Literarios que reseñare en el blog no están exentos de  spoilers de forma inevitable. Con el fin de entender en profundidad y reflexionar sobre la obra es necesario destripar acciones, personajes y tramas con el fin de llegar a tender la obra de una forma muchos más detenida.* 


L
a Séptima Jornada es una de las diez partes en la que está dividida la obra del Decamerón, compuesta por él escritor italiano Giovanni Boccaccio. De cuya vida se sabe que pudo haber nacido en Florencia en el año 1313. Fue un hijo ilegitimo de una familia adinerada de comerciantes florentina y que cursó la carrera de Derecho. En su juventud cortejó a una dama napolitana llamada Fiammetta (“Llamita”) por medio de canciones y sonetos, pero esta finalmente le rechazó. Este desencanto amoroso será el detonante artístico para que el poeta se decida a crear sus primeras obras –cuya figura principal se verá encarnada en Fiammetta–, además, le surgió una profunda fijación por el estudio de obras clásicas. Sobre todo, las de Dante Algighieri, a quien acabó admirando profundamente. Boccaccio pasó toda su vida viajando por Italia y Europa, pero, finalmente, acabó formando parte de la embajada de su ciudad. Era conocida la fuerte amistad entre él y Petrarca, tanto en su faceta personal, como en su faceta literaria. Finalmente, y poco antes de su muerte a manos de una enfermedad en 1375, Boccaccio hizo en Florencia unas conferencias donde daba lecciones sobre la Divina Comedia.

Sin lugar a dudas el Decamerón fue, a excepción de sus otras obras escritas en italiano y latín, la producción literaria más aclamada del poeta, la cual, podemos subrayar como la obra cumbre de Boccaccio. En ella se nota la madurez artística del poeta, tanto en la forma como en el contenido. El Decamerón fue un éxito absoluto en su tiempo, llegando a ser traducida en varios idiomas, además de ser una obra decisiva para el género de la novela. Llegando a influir en autores posteriores como Chauser o Cervantes. Dicha novela fue compuesta entre 1350 y 1355 y su estructura está inspirada en la tradición oriental – un ejemplo de esta influencia se encuentra en Las mil y una noches–. Dicha estructura será fundamental para el éxito de la obra, la cual se compone de tres planos narrativos imprescindibles e interconectados, los cuales enmarcan toda la obra entremezclándose dando una sensación de «una narración dentro de otra narración».

Estructuralmente el primer marco narrativo pertenece al del autor, el cual encontraremos en el mismo proemio de la obra. Aquí es donde se dirige a su “lector ideal”, las mujeres. Refiriéndose a ellas como sus receptoras idóneas en un marco dialogado y refiriéndose a ellas como “queridísimas señoras”. El segundo marco narrativo lo comprenden los narradores, los diez jóvenes – siete mujeres y tres hombres – que se alejan a una villa para escapar de la peste en un jardín idílico donde se dedican al ocio y a contar historias entre ellos para entretenerse, a lo largo de los diez días que permanecerán allí. Por último, entramos en el tercer marco, el de los relatos. Aquí encontramos cien relatos y cuentos, distribuidos entre los diez episodios o jornadas dirigidas cada día por uno de los jóvenes florentinos. Por otro lado, los diversos y ricos temas que se abordan a lo largo de la obra proceden de muy diversas fuentes, en las que Boccaccio se inspiró. Mientras que el origen del Decamerón se encuentra en unos de los diversos viajes del poeta a su ciudad natal, Florencia. Allí fue testigo de un azote de peste que invadió la ciudad, siendo este el escenario donde situaría a sus personajes. Así mismo y de esta forma, fue la manera que tuvo Boccaccio de distraerse y comenzó a escribir e idear lo que hoy conocemos como la transición entre la Edad Media y el Renacimiento de la prosa italiana.

En esta Séptima Jornada encontramos los diez cuentos correspondientes a la temática sugerida por Dioneo: «La infidelidad de las mujeres a sus maridos».  La narración de esta jornada comienza con una descripción del lugar y de las costumbres que han ido adoptando los jóvenes en estos siete días, donde juegan, comen y beben. Después de la hora de la comida y de la siesta, los diez jóvenes se reúnen y comienzan a relatar sus historias. La primera en hacerlo será Emilia (Gianni Lotteringhi y el fantasma) con un relato sobre una mujer infiel que, a la llegada inesperada de su marido, arde un plan para que su amante pueda, mediante el uso de un conjuro, comerse la cena que ella le tenía preparada. El segundo relato será narrado por Filóstrato (La venta del tonel), donde una mujer sorprendida de la llegada de su marido comerciante finge que su amante es un futuro comprador, por lo que le hace limpiar el ánfora por dentro mientas que su amante/comprador yace con ella al borde del ánfora. El tercer relato será narrado por Elissa (El conjuro de los gusanos) donde un fraile enamorado de una mujer casada la engaña por un juego de parentescos para yacer con ella. El cuarto relato, narrador por Lauretta (La piedra del pozo) nos cuenta las artimañas de una mujer casada, la cual emborracha a su marido para salir a hurtadillas de la casa para encontrarse con su amante. Este sospechando de ella, quiere hacerle una encerrona, pero ella siendo más astuta tira una piedra al pozo, engañando al marido, y una vez dentro de la casa procede a montarle un número delante de los vecinos. El cuento narrado por Fiammetta (El celoso confesor) cuenta la historia de un marido celoso que se hace pasar por un párroco para sonsacarle a su mujer quien es su amante. Pero esta, sin tener ninguno y adivinando quien era su confesor, le tiende una trampa. El sexto relato, está narrado por Pampinea (Los tres hombres de Isabella), cuenta la historia de Isabella quien tiene relacionen con dos amantes además del marido, y por medio de la suerte y la astucia hace que el segundo pretendiente, delante de su marido, finja perseguir al primero. Mientras que el marido se lo cree todo. El séptimo relato, está narrado por Filomena (Cornudo y apaleado) nos cuenta como un joven y su amante casada urden un plan para hacer salir de la cama al marido y retozar juntos. Posteriormente el joven baja y le da una manta de palos al señor en nombre de la dama casada. El octavo relato, está narrado por Neífile (El hilo de Sismonda) narra como un marido rico pero plebeyo sigue el hilo atado al pie de su señora, por el que los amantes se comunicaban, acabando en pelea con el amante y ella fingiendo que él está borracho. El noveno relato, está narrado por Pánfilo (El árbol encantado) y narra cómo dos amantes engañan al marido haciéndole subir, supuestamente, a un árbol encantado donde los ve retozar delante de él. Finalmente el décimo relato está narrado por Dioneo (Las comadres en el purgatorio) donde dos amigos acuerdan volver de la muerte para contarle al otro que hay en el más allá, por lo que el Tingoccio fallece y este le cuenta que está en el purgatorio pero que no es delito acostarse con su comadres.

Estos diez relatos se centran, principalmente, en tres temas: el amor, la inteligencia humana y la fortuna. Son relatos humorísticos y, en ocasiones, pueden llegar a ser obscenos, como por ejemplo en la utilización de las relaciones sexuales en algunas partes del relato, aunque esto irá variando dependiendo del mismo. Los personajes son prototipos burgueses –al menos principalmente– ya que aparecen, en multitud de ocasiones, como motivación del conflicto: el dinero, los negocios, el honor, la venganza y los sueldos. Esto es toda una novedad si lo comparamos con las novelas bizantinas o de caballerías coetáneas a el Decamerón, ya que, los relatos se centran en las relaciones que tienen sus personajes con el mundo que les rodea. No son personajes «ideales», sino que están ambientados en una época y una sociedad, por lo que actúan con respecto a esta. Lo que en ocasiones hace que estos personajes se alteren y que acaben destruyendo sus relaciones matrimoniales o pasionales, debido a los celos, la infelicidad, el abandono o el cansancio.

Finalmente, y a modo de características comunes, encontramos que en estos diez relatos hay una gran verosimilitud, ya que los personajes que se nos narran son personajes del día a día. Además, constan de un gran repliegue de lo sentimental – ya que, posiblemente, a cauda de la epidemia de peste cambió el estilo de vida y la mentalidad de la gente cuya preocupación era el de vivir la vida–. Hay una compleja penetración psicología, donde cada personaje dentro de sus propias circunstancias acabará evolucionando sobre algún aspecto. A pesar de ser la astucia, el ingenio o la inteligencia el que más destaca de ellos. Y esto se ve fuertemente reflejado en los papeles femeninos de los relatos, donde las lectoras cansadas de las infidelidades de sus maridos pueden encontrar refugio y reírse al leer dichos relatos. Donde ellas por primera vez son las dueñas de sus vidas y en donde deciden hacer y deshacer prácticamente a su antojo.

Vida Nueva de Dante Alighieri

*NOTA: Todos los Análisis Literarios que reseñare en el blog no están exentos de  spoilers de forma inevitable. Con el fin de entender en profundidad y reflexionar sobre la obra es necesario destripar acciones, personajes y tramas con el fin de llegar a tender la obra de una forma muchos más detenida.* 




E
n la Vida Nueva de Dante Alighieri se narra, tanto en prosa como en verso, los sentimientos y los acontecimientos que le acontecieron a Dante al conocer a su modelo de mujer ideal, Beatriz. Esta narración pertenece a las primeras obras que el escritor florentino creó, aunque probablemente antes de está, escribiera algunas poesías y sonetos. Se elaboró, aproximadamente, entre 1293 y 1294 –cuando aún no había sido exiliado– siendo este el texto más Stilnovista del autor por seguir profundamente los parámetros de este estilo. Su origen proviene del amor provenzal típico de la Edad Media, basándose en la relación de vasallaje de amor, que, por aquella época, no se desarrollaba de igual manera en Florencia. Derivando así en lo que hoy conocemos como el estilo del Dolce Stil Novo, donde el amor genera una tensión que dará a una poesía dirigida al «conocimiento», tanto divino como terrenal.

Además, tiene un claro carácter autobiográfico, ya que alude a lugares y a personas que el escritor conoció a lo largo de su vida, aunque con un gran toque de invención en lo que respecta a la narración. Él mismo es el personaje principal de la obra, junto con su objeto de adoración o “su dueña”, Beatriz. A quien diviniza, asemejándola con la propia gracia de Dios. La obra se compone de treinta y una composiciones poéticas y otras partes escritas en prosa vulgar y, con respecto al tema, la obra podría ser dividida en dos partes: las reflexiones, antes y después, de la muerte de Beatriz.

Vida Nueva nace a partir de dos objetivos clave en la creación artística de Dante. La primera radica en la reivindicación de la lengua vulgar y el “fenómeno Beatriz”, que posteriormente se tendrá como un papel fundamental en la obra de la Divina Comedia, y, además, dicho fenómeno tendrá una gran influencia literaria en el Renacimiento en figuras como Petrarca o Lope de Vega. Beatriz no será mas que un pretexto para la creación artística de Dante, una «vía» para llegar a donde verdaderamente pretende llegar o, simplemente, por el hecho de escribir. Ya que la obra es un continuo de imaginaria poética que justificaría el elemento imaginario que se agolpa a lo largo de la obra.

La vida del autor, Dante Alighieri, es un elemento fundamental para contextualizar todas sus obras, tanto la Divina Comedia como Vida Nueva, entre otras. Nació en Florencia en 1265 dentro de una familia perteneciente a los Güelfos, en cuyo grupo estuvo inscrito durante su juventud, e incluso, intervino en varias batallas a su favor en 1289. En la década de los noventa llegó a convertirse en una de las personas más influyentes de Florencia.  Pero al dividirse los Güelfos, entre blancos y negros, Dante se vio obligado a marchar al norte de Italia al conseguir los güelfos negros la hegemonía en Florencia gracias a la ayuda del Papa. Por este motivo, Dante se vio obligado a vivir de encargos diplomáticos gracias a la ayuda de sus amigos. En el siglo VII, el emperador de Alemania invade Italia y con este, nacen las esperanzas de Dante para volver a su ciudad natal. Pero en 1312, el emperador Enrique VI fue envenenado, por lo que Dante pasará el resto de su vida entre la escritura y la vagabundería. Finalmente murió em Rávena en 1321.

En esta obra se relatan las reflexiones filosóficas, sobre Amor, el dolor del rechazo o su adoración por Beatriz, de una forma puramente artística. Donde se encuentran entrelazados la explicación de los hechos en prosa vulgar, y posteriormente, una canción, rima o soneto que Dante explica y enumera a lo largo de la obra. Se pueden encontrar varios elementos que se van a ir repitiendo, como la alusión al número nueve – tanto en el momento de conocer a Beatriz, como explicación de su perfección a la hora de su muerte – ya que, dicho número para Dante significaba la «perfección». También las visiones o sueños que irán guiando a Dante, como por ejemplo en el caso de Amor. Quien se le aparecerá en sueños y visiones para guiarle y aconsejarle sobre lo que debe hacer con respecto a Beatriz.

La obra comienza cuando Dante rememora el momento en el cual conoce a una joven Beatriz – apenas una niña en aquel momento – paseando por las calles de Florencia.  Dicha figura literaria existió realmente pero no se sabe hasta qué punto pudo haber tenido relación con el autor, ya que se cree, que dicha mujer, acabó muriendo de peste en el año 1290. Por lo que, a partir de este primer momento, Dante comienza a relatar diferentes episodios encabezados por la adoración hacia esta dama.

En un primer momento sueña con una visión de su gentilísima dama comiéndose un corazón palpitante de la mano de una nube rojiza. Lo que llega a perturbar gravemente al poeta. Por lo que decide usar a diversas damas como “escudos”, para retratar a Beatriz en sus obras poéticas sin que nadie más pueda notarlo. A cauda de esto Beatriz le negará el saludo a Dante y este al no comprender se retira a su dormitorio a lamentarse. Por lo que se le aparece en un sueño Amor en forma de un muchacho joven vestido de blanco, a partir de aquí Amor comenzará a guiarle para recuperar el afecto de Beatriz.

Ocurren varios episodios donde la belleza, la humildad y la gracia de Beatriz dejan indispuesto al poeta, esto causa que el resto de damas o caballeros lo convierten en el punto de mira y el objeto de sus risas. Dante, a modo de contestación o de reflexión, les dedica rimas y canciones. También reflexiona sobre el surgimiento del amor y adoración hacia la figura de Beatriz, y el porqué es digna de tal comportamiento de su parte. Pero un suceso trágico se acontece con la muerte del padre de Beatriz, que dejan a la joven indispuesta. Lo que deja a Dante preocupado llorando por su dama en las calles de la ciudad. A causa de este incidente, el poeta le sobreviene una enfermedad que le dejará en cama nueve días seguidos, donde fantaseará con la futura muerte de su gentil dama creándole una gran ansiedad ya que nunca antes había pensado en ello. De nuevo se vuelve a centrar en sus creaciones literarias, aclarando que la bella Beatriz gozaba de reconocimiento en la ciudad gracias a las creaciones de Dante, pero que esta seguía sin perder su halo ni su humildad. Pero, desgraciadamente, Beatriz fallece al poco tiempo. Y toda la ciudad se pone de luto, dejando a Dante profundamente apenado por lo que comienza a escribir sonetos convencido de que su gentilísima fue acogida por el propio Dios en su seno y que volverá a verla.

A partir de aquí, – y aproximadamente un año después del fallecimiento de Beatriz – una dama que se lamentaba por la vida triste del poeta, comienza a hacer mella en los pensamientos de Dante. Teniendo una profunda crisis donde dos fuerzas antagónicas se debatían dentro de él: la razón y las pasiones. Dante estaba convencido de que Dios había puesto a dicha dama en su camino para consolarse por la pena de la pérdida de su señora, pero estas reflexiones terminan en el momento en el que Beatriz se le aparece en sueños. Y dejando de sentirse vil, de resigna a seguir pensando y penando por quien el considera su única dama y señora.

Finalmente, la obra termina con una conclusión del propio Dante, donde decide crear un nuevo proyecto artístico donde poder hablar más ampliamente y como se merece de su gentilísima Beatriz. Y, en donde aclara, podrá volver a verla en su máximo esplendor, dicho sea, el propio cielo sentada junto a Dios. Ya que la figura de esta dama no es más que el prisma por el que se puede llegar al verdadero amor celestial, a través del reflejo de los ojos de los enamorados. Un elemento que terminaría de confirmar la relación de Beatriz con Dios radica en la propia concepción del número nueve. Ya que el número tres –Padre, Hijo y Espíritu Santo, son tres en uno– es raíz de nueve, por lo que Beatriz falleció el noveno día del mes, además, en el calendario de Siria, también sería el noveno mes del año. Al mismo tiempo, Dante, la conocería al cumplir los nueve años. Todo esto para indicar que, en efecto Beatriz se trata de un milagro.

El Infierno de Dante Alighieri

*NOTA: Todos los Análisis Literarios que reseñare en el blog no están exentos de  spoilers de forma inevitable. Con el fin de entender en profundidad y reflexionar sobre la obra es necesario destripar acciones, personajes y tramas con el fin de llegar a tender la obra de una forma muchos más detenida.* 




         El Infierno, de Dante Alighieri, es una de las tres partes que comprenden la Divina Comedia, obra cumbre de la literatura universal. Es la más reconocida y sublime de toda la producción del poeta florentino, ya que, mediante esta, fue posible la transición del pensamiento propio de la época del medievo al del posterior renacimiento italiano.

Esta primera parte, el Infierno, se compone de una serie de poemas compuestos en endecasílabos con tercetos encadenados, los cuales están organizados entre treinta y cuatro cantos donde se encuentran referencias de orígenes clásicos como de pura invención por parte del autor. El tema principal de la obra será el viaje y la búsqueda de Dante por encontrar el conocimiento divino –el autor aparecerá como el personaje principal, en la forma de narrador autor, durante su viaje a través del Infierno, luego el Purgatorio y, finalmente, el Cielo donde se encuentra Beatriz– pasando, para conseguirlo, por los diferentes círculos concéntricos que comprenden el cono invertido debajo de la ciudad de Jerusalén donde estará situado la entrada al Infierno.

Al principio de la obra, Dante esta deambulando por una selva donde se encuentra con tres animales: un león, una pantera y un lobo. Dichos animales representarán los pecados de la superación del deseo carnal, el deseo de conocimiento y, por último, el deseo de la felicidad. De alguna forma nos da a entender que Dante debe deshacerse de dichos pecados para poder ascender a los cielos en su viaje final en busca de la verdad divina. Beatriz aquí estará representada como un ser de luz, buena y bondadosa. Quien se encarga de enviar a Virgilio –Dante admiraba al poeta romano por su obra la Eneida, ya que, en ella, también se encuentra narrado un descenso a los infiernos por parte de Eneas–, el poeta será el encargado de guiarle, y en multitud de ocasiones también protegerle, por entre los nueve círculos del Infierno. En este viaje alegórico hay que diferenciar entre dos tipos de pecados, los vicios por incontinencia –aquellos que se han hecho de una forma inconsciente e incontrolable– y los vicios de maldad –aquellos que han atentado contra las leyes de Dios, con todas las consecuencias –, dicha separación la vemos reflejada a partir de la aparición de la Ciudad de Dite.

Dante irá pasando junto a su guía por entre los indiferentes (aquellos que no se posicionaron ni entre Dios ni el Diablo), el río Aqueronte, los no-bautizados (también conocido como el limbo, aparecen personajes como Homero, Ovidio y Catulo). A partir de aquí nos encontramos con los pecados de incontinencia: los glotones (cuyo guardián será el Can Cerbero), los lujuriosos (donde un viento huracanado volea eternamente a personajes como Aquiles, Cleopatra o Dido, también aparece la figura de Minos como un demonio que envía a las almas a donde les corresponde), los que tienen el pecado de la avaricia y la prodigalidad (cuyos castigos serán levantarse el día del juicio final con el puño cerrado o con sus fracciones irreconocibles). Pasando por la Laguna Estigia, Dante visitará a los iracundos (donde retrata a un enemigo suyo Felipe Argenti como un ser de lodo) y, finalmente, llegando a la Ciudad de Dite donde un ángel tuvo que bajar en su ayuda para seguir con su descenso.

A partir de este momento comienzan los pecados de maldad, cuyos castigos serán mucho más rudos, empezando por los herejes donde Dante descubre que los muertos no pueden ver el presente, pero sí el futuro. Continuado con los ladrones, los hipócritas, violentos, aduladores y hechiceros. Aparecen lugares como el bosque negro para los suicidas, la figura del Minotauro como guardián del circulo séptimo, el de los traidores como Alejandro, las arpías, el dios griego Vulcano donde se encuentran los impíos y los sodomitas. La figura del monstruo mitológico de Gerión les hace descender nuevamente al núcleo más profundo de los infiernos. Aquí aparece la Fosa Maldita, donde se encuentran los rufianes y aduladores, los simoniacos, y adivinos. Pasando por el Río Flejetonte, Dante conoce a los fraudulentos, a los discordiadores y malos consejeros, atravesando entre los Gigantes y el río infernal del Cocito donde encontramos a los traidores (donde se encuentran figuras como Judas, Bruto y Casio). Entre los traidores es donde se encuentran los castigos más crueles y originales, pasando del fuego al hielo abrasador. Con condenados en un mar helado donde solo sobresalen sus cabezas o colgando boca abajo con sus lagrimas congeladas en los ojos y, finalmente, la figura de Lucifer masticando a Judas (quien tiene los pies fuera de su boca). Lucifer es descrito como un ser aterrador, horrendo, con tres caras y alas de murciélago quien se encuentra boca abajo debido a su caía a los infiernos. Finalmente, Dante y Virgilio ascienden trepando por entre el pelaje del Lucifer, llegando a una gruta natural que le dará paso al siguiente escalón de camino al Cielo, el Purgatorio. 

Los temas que se tratan a lo largo de estos treinta y cuatro cantos están relacionados con la mitología, la religión católica y la crítica sarcástica y mordaz sobre la situación de la ciudad natal del autor Florencia. Con respecto a la mitología, Dante ha pretendido ser fiel a lecturas como la de Virgilio y Homero, pero dándoles a estas figuras un sentido religioso ya que es inevitable pensar que todas aquellas figuras del folclore pagano se encuentran situados en el Infierno. Por otro lado, la obra entera esta dirigida hacia la moral cristiana y católica, donde Dante se representa a sí mismo como un ejemplo del «buen cristiano», dejando incluso de tener compasión por aquellos que él considera pecadores. Cree en la voluntad divina y los motivos que le han llevado al supremo para castigar tan gravemente a todas aquellas almas. Virgilio, a su vez, también se nos representa como un ejemplo de moral cristiana, tanto en lo que dice a lo largo de su travesía como en sus actos. Además, es imprescindible la visión política y social que Dante le brinda a su critica hacía personajes y acontecimientos acontecidos en la ciudad de Florencia. Ya que, podría decirse, que no ha habido canto donde no apareciese dicho tema, ya sea por medio de lamentaciones o debido a las circunstancias, donde acaba alabando a su tierra o juzgándola. Aquí los personajes florentinos serán retratados según la ideología del autor –como güelfo blanco, y posterior partidario del Imperio- y ocupando puestos en el Infierno de igual forma.

Finalmente, la obra acabará siendo un sueño producto de la mente del autor donde se nos aclara que nada de lo que se nos ha mostrado es real. Pero, sin duda, de esta lectura lo que más destaca es el tema del viaje, cuyo recurso también fue usado por Virgilio y Homero. Además, el uso de temas políticos, históricos o de aspecto biográfico, son sumamente recurrente a lo largo de la obra, al igual que varios elementos metapoéticos, astrológicos, y de la naturaleza o, incluso, de la geografía. Dejándonos una obra especialmente culta y extensa, donde el término de «Divina» (y a modo de curiosidad) fue añadido a posteriori en una edición veneciana de 1555. Mientras que la palabra «Comedia» sí que fue usada en multitud de ocasiones por el propio Dante, inclusive dentro de la misma obra, para denominar un final que en esencia acabó de buena manera y, de alguna forma, feliz.


Reseña Tristán e Isolda


*NOTA: Todos los Análisis Literarios que reseñare en el blog no están exentos de  spoilers de forma inevitable. Con el fin de entender en profundidad y reflexionar sobre la obra es necesario destripar acciones, personajes y tramas con el fin de llegar a tender la obra de una forma muchos más detenida.* 


La historia de Tristán e Isolda, es una leyenda perteneciente a una amplia lista de textos escritos a lo largo de la Edad Media, denominados como, «Materia de Bretaña» o «Mito artúrico» – Los cuales provienen directamente de la tradición celta, donde se nos narran la historia legendaria de Bretaña siendo protagonizada por el famoso personaje el Rey Arturo y sus Caballeros de la Mesa Redonda –. Esta leyenda nos narra la historia de amor entre un arduo y valeroso caballero, llamado Tristán, y su reina Isolda de Irlanda. Dicha nos ha dejado a lo largo de la historia una de las leyendas de amor más influyente y representativas de la historia de la literatura.

Su autor, Joseph Bédier (París, 1864 – Le Grand- Serre, 1938) fue una figura fundamental entre los romanistas de principios del siglo XX. Existen una gran cantidad de versiones de la Historia de Tristán e Isolda, pero ninguna tan bien conseguida y tan bellamente contada como la de Bédies, quien, a su vez, fue un teorizador entusiasta en el ámbito de las literaturas románicas medievales. También es autor del clásico Le légendes épiques (1907- 1914), y hay que destacar que fue a su vez y casi por encima de todo un prosista extraordinario. 

La obra comienza exponiendo y presentando los orígenes del personaje principal masculino, Tristán de Leonis. Remarcando sus hazañas y logros como caballero y sobrino del Rey Marcos de Tintagel. Como salvó las tierras de su señor matando a Morholt y su posterior envenenamiento y milagrosa recuperación por parte de Isolda de Irlanda, sobrina del fallecido. Más tarde, Tristán conseguirá la mano de la princesa para casarla con su tío, y he aquí donde los dos amantes, bebiendo de un bebedizo preparado por la reina irlandesa, quedan unidos en cuerpo y alma para la eternidad, inclusive juntando sus destinos el uno al otro. A partir de este punto, la historia se torna mucho más vivaz y nos narra los encuentros amorosos, las sospechas de traición, los celos por parte del rey, las argucias de los amantes para no ser descubiertos, hasta que finalmente el marido de Isolda les descubre y manda quemar a los amantes en una pira. Tras un escape digno del propio James Bone, Tristán rescata a su vez a su amada y juntos pasan dos años en los bosques viviendo como salvajes. Finalmente, los amantes entran en razón y deciden separar sus destinos por el bien de los dos. Isolda es entregada al Rey Marcos y Tristán se embarcará en una serie de aventuras que acabarán ocasionándole la muerte. El final más trágico que se haya podido escribir narra cómo tras un largo viaje Isolda cae rendida sobre el cuerpo de su amado y fallece. Los amantes son enterrados juntos, y de entre sus tumbas, nace una zarza verde y fuerte que cubrirá y unirá sus tumbas en la eternidad.

Existe una multitud de elementos a destacar dentro de la obra, los cuales, van a denotan los rasgos y características propios del género del cual es parte esta leyenda. Para comenzar el primer rasgo a destacar se encuentra «en las mocedades de Tristán», donde se destacará el origen noble y de buen nombre de nuestro héroe. Al provenir de una madre hermana de un rey y un padre, el cual, es un valeroso caballero de gran honor y porte, le están dando al personaje el comienzo típico de un héroe de caballerías –aunque esto formula ya venía usándose desde Homero–. Además, y es muy representativo, su madre es quien le da su nombre, Tristán, a cauda de la pena de haber perdido a su marido y siendo a su vez la tristeza la causa de su muerte. Siendo así esta tristeza la que enmarcará, como un motivo literario, su destino. Por otro lado, al crecer y al quedar bajo la tutela de su tío Marcos, cediendo las tierras que por nombre y derecho le pertenecían, a su padre postizo, nos da a indicar que Tristán es ya un caballero. El cual se rige por las normas y la moral propias del vasallaje. Junto a la fidelidad a su familia, la participación en empresas y batallas en nombre de su señor. Su tío Marcos de Tintagel, podríamos denominarlo como el ejemplo de rey bueno y bondadoso que se hace gala en toda novela de caballerías o historia épica, propia del medievo. Otro ejemplo muy curioso de vasallaje lo encontramos en el juicio por la autoría de la muerte del dragón en Irlanda, donde Isolda insiste a su padre para que perdone a Tristán, dándose entre los dos hombres un beso en la boca. Este gesto, que a día de hoy nos parece del todo íntimo y propio del amor romántico, era en aquellos tiempos, una muestra de respeto entre un señor y su caballero.

Este elemento del vasallaje se verá representado en toda la obra, además de entremezclarse con otros elementos típicos de la mitología y la importancia de lo religioso para estas sociedades medievales. La leyenda de Tristán e Isolda está enmarcada en unas tierras donde los elementos místicos y mitológicos – propios de la cultura celta– están fuertemente arraigados. Un ejemplo de ello es el bebedizo que la reina de irlanda le prepara a su hija para su futura boda, la alusión de gigantes y la batalla que tuvo que enfrentar Tristán contra un dragón –o alguna variante de esta ya que más bien el animal podría parecerse a una quimera– nos da una idea de cómo está estructurado este mundo de fantasía medieval en la que se desarrolla esta historia.

A medida que avanza la trama el elemento religioso, y en especial el de la religión católica, se verá que es quien marca la moral, las normas de comportamiento y las acciones de los personajes. Isolda jurará ante Dios en varias ocasiones –en la prueba del hierro candente y ante su marido–, el propio Dios, como voluntad divina, intercederá por los amantes – un ejemplo de ellos, es cuando Tristán saltó por la ventana de una iglesia hacia un acantilado y Dios le salva– además de que finalmente los amantes se someten a la ley divina devolviendo a Isolda a su marido y Tristán casándose, por otro lado, con la Isolda de las blancas manos. Este último personaje será muy importante, ya que, condicionará el trágico final que les depara a los amantes al mentirle en el lecho de muerte a Tristán con el color de las velas del barco que traería a su amada Isolda la del cabello de oro de nuevo a su lado.  

Al centrarnos en los personajes, y al leer con detenimiento la obra, podemos llegar a la conclusión de que Tristán asume el papel de Odiseo o Ulises en la Odisea. Ya que, a pesar de ser un gran guerrero, en la mayoría de ocasiones en donde Tristán tuvo alguna dificultad, este hizo gala de su habilidad con las palabras, con su astucia y su engaño. Algo muy propio del prototipo de héroe homérico inspirado en el Ulises.

Por último, encontramos algunos elementos que será recurrente en otras manifestaciones literarias que le precederán. Uno de será el uso de la fuente o del agua como representación simbólica del amor y de las pasiones, muy típico del Dolce Still Novo italiano, donde el agua es, a su vez, el reflejo del alma de los amantes. El canto del ruiseñor, tan usado en las novelas de Shakespeare y del posterior romanticismo, será un elemento que denotará los deseos de los enamorados. Ya que, Isolda al reconocer en el piar del ruiseñor la voz de su amado se arriesga a ser atrapada o descubierta por los guardias y sale de entre los brazos de su señor. Esta misma escena, pero de una forma diferente lo encontraremos en Romeo y Julieta, donde en el canto de la alondra quieren oír el canto del ruiseñor a pesar de que, al quedarse, eso implique la muerte de Romeo.

sábado, 25 de mayo de 2019

Reseña: La caída de la casa Usher.

*NOTA: Todos los Análisis Literarios que reseñare en el blog no están exentos de  spoilers de forma inevitable. Con el fin de entender en profundidad y reflexionar sobre la obra es necesario destripar acciones, personajes y tramas con el fin de llegar a tender la obra de una forma muchos más detenida.* 


LA CAÍDA DE LA CASA USHER, EDGAR ALLAN POE. 

La caída de la casa Usher es un relato de terror perteneciente al escritor norteamericano Edgar Allan Poe (1809-1849). Publicado en la revista Buston´s Gentleman´s Magazine, en 1839. Su autor cultivó, además de este, numerosos relatos de terror, de misterio y detectivescos. De hecho, Allan Poe, fue quien inventó este último. Fue un escritor, crítico y periodistas del romanticismo estadounidense, consagrándose como uno de los maestros del relato corto e incluso se atrevió hasta con el género emergente de la ciencia ficción. A su vez, ha sido reconocido no solo por la influencia que tuvo en la literatura universal y en autores posteriores, sino también por haber sido el primer escritor estadounidense que intentó hacer de la escritura su modus vivendi lo que tuvo para él lamentables consecuencias.

En esta obra de terror encontramos claramente la evolución y la influencia del género gótico, a lo que posteriormente se denominó relato de terror. Dicha influencia está muy presente, tanto en los detalles como en alusiones directas, a lo largo de toda la obra. A pesar de que no se puede comparar un relato de terror proveniente del romanticismo con los relatos góticos del prerromanticismo, no hay que olvidar que esta última va a marcar la línea o las pautas de este nuevo género emergente en su tiempo.

Está narrada en primera persona por el amigo de la infancia de Roderick Usher, quien le pide – al inicio de la novela – que a causa de su enfermedad le haga compañía en la casa familiar Usher durante unas semanas, ya que para Roderick él era «su único y mejor amigo que tenía en realidad.» A partir de aquí, después de atravesar los umbrales de la casa, comienzan a suceder una serie de catastróficas desdichas; la visión aterradora de la única hermana del propietario, la muerte de está, su entierro en el sótano, la creciente locura de Roderick y el intento de su amigo por sacar algo lógico de toda aquella situación. Pero nada de esto resulta y finalmente, en una noche cerrada de tormenta se acontece la tragedia. Acabando tanto con la casa como con el legado de los Usher.

Esta obra podemos encontrar un sinfín de elementos que enmarcan, a un nivel de perfección casi espectral, los acontecimientos, las imágenes y los símbolos propios de las novelas de terror románticas. Para comenzar -siendo un elemento puramente indiscutible– hablaremos de la creación de la atmósfera por parte del autor. El narrador nos cuenta al comienzo de la obra su viaje hacia la aterradora casa de los Usher y sus sensaciones según va acercándose a esta aterradora morada. Los adjetivos de fría, oscura, triste… son muy recurrentes. El paisaje que rodea a la casa, como el lago negro y profundo que la refleja, o los arboles podridos, nos dejan entrever, ya de por sí, un ambiente turbio reflejo de lo que el protagonista se encontrará al entrar en la casa.

Aquí también se nos hace presente un elemento que será determinante para el final de la obra y es la raja que parte la mansión en dos con un movimiento de zigzag, cuya abertura parece perderse en el lago. Anteriormente ya la imagen de un lago había traído connotaciones fantásticas en otras representaciones literarias –en el circulo artúrico, por ejemplo– pero aquí este elemento se transforma en algo fantasmagórico, de terror, pero también puramente simbólico. Ya que, el reflejo del lago en la casa, no esta más que dejado entre ver la relación de la estirpe Usher con la propia casa. Donde en el relato se nos llega a decir que el destino de la propia casa y el de la familia está íntimamente ligado, que el pasar del tiempo y las cosas que han ocurrido entre aquellos muros han hecho de esta su doble.

Dejando de un lado el inicio de la novela con la descripción de la casa, el narrador prosigue a hablarnos del interior de la misma. La cual nos vuelve a traer el elemento de lo siniestro como la sensación de las cosas conocidas y/o familiares de tiempo atrás en el pasado, es decir, algo que fue familiar en el pasado o en otro tiempo de la historia que aparentemente se ocultó (como en el subconsciente) y que de repente (de manera inesperada) cuando ya se le había olvidado, aparece de nuevo. Esto mismo le ocurre al protagonista al volver a pisar esa casa y observarla ahora de nuevo fuera de sus recuerdos de la infancia. Pero, y es aquí donde se refleja el sentimiento de lo siniestro, donde mejor se ve esta influencia es en la propia figura del amigo de la infancia. La enfermedad que porta, le ha dejado los rasgos que ya conservaba en el recuerdo, pero su visión ahora con el pelo entrecanos y su comportamiento de maníaco –su interior– era ahora lo que más asusta al protagonista.

El terror en esta novela no se basa puramente en el terror psicológico que produce las sensaciones fuera y dentro de esta casa, ni las visiones espectrales o el sentimiento fantasmal que rodea a la casa –ya que al iniciar la lectura y a causa de un comentario por parte del narrador de no volver a ver con vida al menos a la hermana gemela de Usher, nos deja a la espera de esta factor paranormal– sino que de por sí hay elementos en esta obra que pueden producir pavor, incomodidad, e incluso, terror. Ya que aparecen elementos como el incesto, el opio, las enfermedades mentales, la necrofilia, la muerte, el sadismo macabro. Todos estos temas ya de por sí son inquietantes o aterradores y todos juntos crean un marco perfecto para esta novela de terror.

Pero no podemos ignorar que también esta obra tiene un componente de real, ya que sí bien se espera a lo largo de toda la obra a un fantasma o cualquier elemento parecido, lo que no se espera es, por el contrario, que el elemento puramente terrorífico se encuentre en la explicación racional, en la cual Frederick Usher ha enterrado a su hermana viva en un ataúd. Este elemento real –es algo que pueden leer en los periódicos o que era muy usual en el pasado– es el que realmente plasma terror, porque podría pasar y pasó en esta obra. La hermana gemela de Usher cae muerta, en un clímax de terror y espanto sobre el cuerpo de su hermano, después de haberse dejado la vida intentando salir del lugar en el que él la tenia encerrada. Y para acrecentar el horror de este acto, el hermano – posiblemente a cauda de su enfermedad mental que se va reflejando en su sensibilidad con la música o la pintura, y posteriormente, en la lectura de Mad Trist de sir Launcelot Canning durante la noche de la tormenta – lo hizo a sabiendas de lo que estaba haciendo, lo hizo con la pura intención de matarla. Lo real, en ocasiones supera con creces a la ficción y en este caso se ha usado ese elemento de realidad para el efector de terror y horror más puro. Siempre dará más miedo una noticia en los periódicos que un cuento antes de irte a la cama. 

Para finalizar esta obra también se puede tomar como una alegoría de enfermedad y muerte. Ya que, tanto la casa que esta en un estado deplorable, como Frederick y su hermana padecen de enfermedades que de boca del medico son incurables. Las cuales les acabará llevando a la muerte. Frederick acabará volviéndose loco, paranoico, de una sensibilidad por las sensaciones exteriores casi maniática, a pesar de dejar entre ver que además de está también había padecido otras enfermedades físicas. Dicha enfermedad mortal de Frederick será quien ocasione la muerte de su hermana, la cual padece de catalepsia. Una enfermedad que te hace aparentar que has fallecido, pero sin estarlo, te deja en un profundo sueño del que no puedes despertar ni moverte – el cual se podría asemejar a una parálisis del sueño tan aterradora para muchos – pero lo que produce la muerte de esta última no es su enfermedad, sino la de su hermano. Y enmarcar aun más este hecho, la casa, la cual es de gran antigüedad está en pésimas condiciones, es la causante de la muerte de Frederick Usher, al desplomarse junto con sus habitantes y perdiéndose en el oscuro y profundo lago que lo rodeaba.

En conclusión, esta obra esta reconocida como uno de las más perfectas de entre todos los relatos de Edgar Allan Poe. Y no tiene nada que envidiar a su «Corazón delator» o su «Gato negro». Ya que, siguiendo en apariencia los elementos propiamente góticos: la mansión, la llegada a la casa siniestra al atardecer, el sótano antiguo, el lago, los arboles podridos… Allan Poe consigue sorprender y aterrorizar de una forma innovadora. La cual será seguida e imitada posteriormente por otros grandes autores y corrientes de la literatura universal.

lunes, 15 de abril de 2019

Reseña la Ilíada de Homero.

*NOTA: Todos los Análisis Literarios que reseñare en el blog no están exentos de  spoilers de forma inevitable. Con el fin de entender en profundidad y reflexionar sobre la obra es necesario destripar acciones, personajes y tramas con el fin de llegar a tender la obra de una forma muchos más detenida.* 


La Ilíada, junto con la Odisea, fueron dos obras de carácter épico escritas en verso por el conocido poeta griego Homero. A quien, a día de hoy, está considerado como una figura legendaria dentro de la literatura universal, a pesar del desconocimiento que envuelve su figura con respecto a su patria y su época.

Con el tiempo, muchos expertos han llegado a dudar incluso de su existencia y de la autoría de sus obras por diversos motivos: por ejemplo, la «Cuestión Homérica» defendida por el filólogo alemán Wolf [1]. A pesar de todo esto, en la actualidad, se acepta el hecho de que, al menos, tuvo que existir “un” Homero. Este poeta, por medio del antiguo material de la tradición oral, que ya previamente habían existido de forma anónima por poetas posteriores (los homéridos), pudo confeccionar y dar forma a una nueva obra, que, en este caso, fue la Ilíada.

Por tanto, ¿qué es la Ilíada? Es un conjunto de poemas épicos, los cuales eran la culminación de un largo proceso de evolución con respecto a la poesía oral a través de los siglos. Donde se encuentran muy presentes tanto el mito, que era la forma de explicar el lugar del hombre en el universo, y su relación con él (de ahí proviene toda la trascendencia religiosa que les caracterizaba), como las leyendas: narraciones trasmitidas de generación en generación de forma oral y posteriormente escritas. Donde nace el subgénero de la epopeya, donde podemos catalogar la Ilíada, ya que es una narración escrita en verso o prosa que narra acciones trascendentales para la memoria colectiva de un pueblo, donde tienen como protagonista a un héroe, donde las acciones más comunes son la guerra y los viajes.

Con respecto a esta tradición oral, no debemos olvidar la importancia de los aedos[2] (trovadores de la antigüedad) para la difusión y la conservación a día de hoy de todos estos poemas y cantos de la tradición clásica. Inclusive, de su trasmisión como memoria cultural a un público, que de otra forma no se podría conocer. Por otro lado, es necesario diferenciar a estos aedos, de la figura del poeta. El cual tenía en la época una gran relevancia y estatus debido a sus conocimientos, además de que popularmente, se les conocían o llamaban hijos de las musas.

La obra de la Ilíada narra las hazañas de Aquiles durante la guerra de Troya. Hecho verídico, fácilmente localizable, que pudo ocurrir hacia el año 1250 a. c. En esta obra podemos ver con amplia claridad cómo se mezcla lo real con lo mítico e incluso lo religioso. En esta obra poética tiene como protagonistas, tanto en papeles secundarios como principales, a un héroe. La figura del héroe es característica y principal en el género épico, ya que es quien sufre todas las tragedias y/o sale victorioso (o no) de las pruebas a las que normalmente están sometidos. Dichos héroes están estrechamente entrelazados con los valores de gloria y honor, propios del tema de la guerra. Junto con la fama, esta gloria y honor son la meta ultima del héroe griego, que en innumerables ocasiones les lleva de una u otra forma a la muerte.

Podríamos decir que, en la Ilíada, la guerra de Troya no es mas que el marco donde se desarrollará principalmente la historia donde Homero contará el enfrentamiento entre Agamenón, el rey de los aqueos y Aquiles, «el de los pies ligeros». Dividiendo la obra en tres grande partes o acontecimientos: «La cólera de Aquiles», «Los designios de Zeus» y «La venganza de Aquiles»[3].

En esta primera parte Homero nos narra cómo se sucede el conflicto de Agamenón y Aquiles por medio de Briseida (la esclava y futura esposa de Aquiles). Se puede apreciar a lo largo de estos cantos los rituales de la guerra, como los sacrificios a los dioses o los códigos de honor entre los hombres, el reparto del botín y la importancia de la palabra o la deshonra. El papel de la mujer se verá que es nulo, e inclusive, anecdótico ya que ni el amor ni el sexo son temas a tratar en estas baladas de guerra.

Por otro lado, y en gran contraste con la película del 2004, Troya (dir. W. Petersen), las apariciones de las divinidades están presentes desde el inicio de la narración. Como parte de la vida de los mortales, tanto de una forma activa como pasiva, llegando incluso a afectar al propio destino de los hombres y sus acciones. Ya que estas divinidades, son tachadas de “caprichosas” y su comportamiento se semeja en gran medida al del hombre. Haciéndolas así más accesible y fáciles de comprender. Estas divinidades aparecen también como personajes dentro del poema, y son, al fin de al cabo, las responsables del desenlace de la obra épica, sin olvidarnos del destino. Ya que, como se ha visto a lo largo de la obra, ni estas deidades pueden obviar la importancia y el peso del destino irremediable que les deparará a los héroes dentro de la epopeya.

Todo esto es fácilmente reconocible en «Los designios de Zeus», donde las batallas son guiadas o intercedidas directamente por esta divinidad. Al ser un texto bélico es usual encontrar escalas de mando o jerarquía, las cuales son fácilmente aplicables a los mismos dioses. Siendo Zeus el cabeza y patriarca del elenco de dioses, quienes temen profundamente las consecuencias si osaran desobedecerle.

Mientras que en la «Venganza de Aquiles» podemos ver otro motivo central dentro de la obra: la amistad. El sentimiento de compañerismo y unión entre los héroes durante las batallas estará muy presente por medio de las penurias, los banquetes y, por supuesto, la muerte. Un ejemplo muy claro de ello es la relación de Patroclo con Aquiles, cuya muerte será el propulsor del desenlace de la Ilíada con la muerte de Héctor a manos de Aquiles, en venganza por la muerte de su querido compañero.

Llegando a este punto a otro gran tema dentro de la mitología y la tradición clásica es la concepción del cuerpo. En numerosos cantos se puede observar el valor sagrado que tiene para ellos el cuerpo del difunto, llegando incluso a respetarse los ritos fúnebres o la presente amenaza de perder dicho cuerpo a manos de las aves y los perros. Es sabido que esto se debe al ritual religioso propio de la época, donde la obtención del cuerpo era vital para traspasar al Hades, el lugar donde reposan los muertos. Este respeto hacia el difunto se verá en la petición desesperada de Príamo a Aquiles para que le sea devuelto el cuerpo de su hijo Héctor. Acto que a su vez el mismo Zeus le ordena complacer, ya que es un acto sagrado e inviolable.

A pesar de ser una obra bélica los sentimientos, como se verá en «La venganza de Aquiles», obtienen un gran peso en el texto poético. A pesar de ser héroes, estos “hablan desde el corazón”, mostrando sus debilidades y fortalezas, llegando incluso a las lágrimas y a la desesperación en determinados momentos. Siendo esto un total contraste con las escenas de gran violencia y pulcritud con el que se narran los hechos en la obra. Sin olvidar la figura de Aquiles como motor de la acción durante todo el poema épico, esté o no, presente en dicha acción. Ya que la obra no habla sobre la guerra de Troya, sino del papel de Aquiles como héroe dentro de dicha batalla.

También podemos destacar, como características propias de la obra, los paisajes tanto descriptivos como narrativos. Los dos brindados de grandes detalles y guiados por un ritmo lento pero conciso. Creando también una tensión dramática de los acontecimientos cuando es preciso, por medio de la violencia grafica que aquí se describe como por los hechos y acciones de los personajes influenciados por dicha violencia. Destacando, a su vez, la importancia de personajes secundarios como: Paris, Diomedes, Eneas…  para el desarrollo y evolución de la trama a lo largo del poema. Llegando a tener gran importancia inclusive como narraciones independientes. Finalmente, esta obra termina con un clímax que se desarrollará tan solo en cuatro días, a diferencia de los cincuenta y uno que dura el resto de la narración. Un final apresurado, rápido, pero con fuerza, cierra esta obra bélica de carácter trágico y heroico. 



[1] Iáñez, E., (1989), Las literaturas antiguas y clásicas. Historia de la literatura universal- 1. España, Editorial digital: Jaleareal. Pág. 71.
[2] Ídem. Pág. 69.
[3] Homero., (1944), La Ilíada. Traducida por Montserrat Casamada. Editorial: Obras Maestras. Prologo.

martes, 9 de abril de 2019

Reseña de Almas muertas por Nikolai Gógol.

*NOTA: Todos los Análisis Literarios que reseñare en el blog no están exentos de  spoilers de forma inevitable. Con el fin de entender en profundidad y reflexionar sobre la obra es necesario destripar acciones, personajes y tramas con el fin de llegar a tender la obra de una forma muchos más detenida.* 


Introducción:
Gógol nació en la actual Ucrania en 1809 y falleció en Moscú en 1852. Fue un escritor en lengua rusa que tuvo una gran influencia dentro de la literatura rusa, y cuya obra señalaría el comienzo de la narrativa realista en Rusia. Pronto continuada por los grandes maestros del realismo ruso: Iván Turquéniev, Leon Tostói y Fiodor Dostoievski. 

Obra y vida del autor: 
Para nombrar algo sobre la vida de Nikolai Gógol hay que remarcar que fue el hijo de un pequeño terrateniente ucraniano. Por lo que, con tan solo a la edad de diecinueve años, decidió trasladarse a San Petersburgo para intentar, sin éxito, labrarse un futuro como burócrata de la administración zarista. Posteriormente, en 1831, se incorporó ahora como profesor de historia para impartir clases en la universidad, donde conocería a Alexander Pushkin. Quien le dio la idea – y el argumento – a Gógol para su obra maestra, Almas muertas. Era bien conocida la elevada opinión que Pushkin con respecto de Gógol y, por consiguiente, la relevancia que para él tenía las apreciaciones, ideas y opiniones de quien denominaba como su “maestro”.  

Desde entonces y partir de las colaboraciones, de una manera regular, con distintas publicaciones nacieron las Veladas en la finca de Dikanka (1831- 1832). La cual constituyó un enorme éxito, que posteriormente lo llevaron, en la de década de 1835, a abandonar la universidad definitivamente, para centrarse por entero a la creación literaria y a la literatura. También en ese mismo año publicó Mirgorod y Arabescos, la cual suponía todo un paso para el realismo crítico. Mas tarde escribiría, Mirgorod, la cual es una continuación de las ya nombradas Veladas. La obra contiene cuatro relatos, entre los cuales, está el poema épico: Taras Bulba.

En una etapa más madura de su producción encontramos la comedia de El inspector, la cual es una sátira de la corrupción de la burocracia – la misma que obligó al escritor a abandonar temporalmente su país de origen –. Instalado ahora en Roma, sobre la década de 1842, allí Gógol escribió buena parte de su obra más importante y mejor recordada – de la cual hablaremos más extensamente después – Almas muertas, donde enmarcaría y describiría de una forma sarcástica sobre la Rusia feudal. En ese  mismo año el autor publicó El abrigo, obra que ejercerá una enorme influencia en la literatura rusa. 

Después de una corta estancia en Moscú, y ya de regreso en Roma, comenzó a redactar lo que hoy conocemos como la segunda parte de Almas muertas. Aunque, y por desgracia, tan solo se conservan los cinco primeros capítulos de esta segunda parte, a causa de dos factores que alteraron profundamente al escritor: La primera se encuentra en la influencia negativa de sus allegados y como consecuencia del consejo de un cura para ayudarle a salvar su vida y su alma. En segundo lugar, la quema se produjo a causa de no encontrar el idea positivo de su obra, aunque en este aspecto, muchos intelectuales han teorizado sobre las posibles razones por las que Gógol no quiso acabar la obra. Se habla de falta de inspiración, o de la necesidad de asemejarse a los clásicos, entre otros casos.

En esta última etapa de su vida el autor decidió, posiblemente a causa de una enfermedad, prenderle fuego antes de morir a la segunda parte de Almas Muertas. Por último y para concluir con sus obras, en los últimos años de su vida escribió también artículos en los Fragmentos escogidos de la copresidencia con los amigos (1847) donde defiende la religión ortodoxa.

La transición del romanticismo al realismo de Gógol: 
En la Rusia del siglo xix aun se tiene muy en cuenta el intento de modernización por parte de Pedro I el Grande, en el siglo anterior. Pero a pesar de ello, Rusia sigue sin encontrar su lugar entre las grandes potencias europeas, lo que derivó en una profunda crisis. Ya fuera a causa de la basta extensión del territorio o por sus peculiares características en la forma de gobierno, la sociedad rusa se encontraba bajo el yudo de una fuerte moral tradicionalista y religiosa, lo que provocó un inmenso choque al intentar occidentalizarse. Se pone de manifiesto, por lo tanto, la ineficacia e incapacidad, por parte de un Estado burocratizado, que ya habia estado presente desde el siglo xviii. Tampoco ayudó la participación del Estado Ruso en numerosas campañas bélicas, durante la primera mitad del siglo xix, y las luchas internas por el poder y la corona que desembocó en un gran malestar social – mucho más presentes entre los campesinos y los burgueses liberales – por el enfrentamiento, en el ámbito del pensamiento, por parte de los occidentalitas y eslavófilos.

A pesar de este ambiente Rusia se desarrollará, a lo largo de este siglo xix, como uno de los grandes focos de producción literaria universal. A pesar de que en su producción literatura romántica no se desarrollará nada esencialmente nuevo – ya que se verán fuertemente influenciados por los motivos románticos pertenecientes a las culturas Inglaterra y Alemania – pero en esencia, su literatura romántica rusa sí se enriquecerá. Partiendo así como punto de arranque, y también como fuerte inspiración, para una tradición literaria donde su mayor grado de madurez se apreciará a finales de la segunda mitad de siglo. Posteriormente, ya en el siglo xviii, encontramos, en esencia, la decadencia de los modelos franceses y del los cuales partiría el modelo del neoclasicismo y del sentimiento prerromántico. Por consiguiente las primeras producciones literarias rusas de este nuevo siglo xix continuarán con ambas tendencias pero volviéndolas menos melodramáticas y se centraran en los rasgos más neoclásicos, sí lo comparamos con respecto al siglo pasado. 

Por consiguiente, hay que resaltar que hubo, entre los grandes autores del Romanticismo ruso, unas figuras sumamente representativas. Como fueron la de Vasili A. Zhukovski (1783- 1852) –, quien fue el verdadero propulsor e introductor del Romanticismo en Rusia –, la figura de Alexandr Serguiévich Pushkin (1799- 1837), – a quien, al menos, se le reconoce el mérito de ser el más claro representante del sentir romántico ruso – y, al mejor continuador de la labor literaria de Pushkin, Mijaíl Yúrievich Liérmentov (1814- 1841) – quien prosigue su producción literaria desde el punto mas estrictamente ideológico con respecto a la consciencia social de los intelectuales rusos – Finalmente, encontraremos a quien denominamos como el propulsor de “la transición del realismo”, Nikolai Vasílievich Gógol (1809- 1852). Se le atribuye que, en pleno Romanticismo, solventó y puso las bases esenciales para lo que posteriormente sería la narrativa realista rusa.

Reseña de Almas muertas: 
Almas muertas fue la obra maestra de Nikolai Gógol, la novela fue publicada en 1842 y en ella el autor nos ofrece, a nosotros como lectores, una visión lúcida y al mismo tiempo desoladora con una narrativa que refleja a la perfección la sociedad rusa del siglo xix. 

Pável Ivánovich Chíchikov será el protagonista de esta aventura, un pequeño terrateniente frívolo y corrupto que se dedica a “comprar” siervos ya muertos en la ciudad de NN. Librando de las cargas fiscales los propietarios de estas “almas muertas” al mismo tiempo que se beneficia económicamente, ya que aun estas almas aparecen en el censo. De esta forma Chíchikov va a conseguir de una manera ilícita una serie de prestaciones como, por ejemplo, tierras y prestamos provenientes por parte del Estado, al contar con un determinado número de “almas”, en otras palabras, nuestro protagonista consigue hacerse rico. 

Para comprender más ampliamente esta obra y antes de inicial el analisis formal de la obra me veo en la necesidad de aclarar, de una forma meramente anecdótico, como funcionaban las cosas en el Estado Ruso de la epoca que enmarca de una forma tan detallada en la obra Almas muertas. En un comienzo la sociedad aristocrática se caracterizó, hasta la abolición de la servidumbre en 1861 decretada por el zar Alejando II, mediante que las vidas de los campesinos estuvieron ligadas a la voluntad de los terratenientes o del Estado. Desde el siglo xv, y como medio para evitar la despoblación, se estableció la obligación de que los campesinos y sus descendientes vivieran en las propiedades las cuales trabajaban. Por lo que los campesinos se convirtieron en una forma de medir la fortuna de sus señores, al contrario que en Europa, que se media por medio de la extensión de las tierras. Y por otro lado, el Imperio Ruso, por medio de la Tabla de Rangos establecida por Pedro I (1672- 1725) en 1722, permitió reorganizar todo el escalafón del funcionariado y del ejercito por medio de la obtención de rangos, y de los privilegios vinculados a él, mediante el servicio que desempeñaban para el emperador y no por medio del nacimiento como sucedía hasta entonces. 

Por lo tanto, y volviendo de nuevo a nuestro héroe en esta aventura. Chichikov al tener un puesto como asesor colegiado ocupará el octavo nivel, de entre los catorce existentes, para los funcionarios civiles. Esto le ha permitido, ya desde el primer capítulo, a tener la oportunidad y las facilidades para codearse entre los grandes funcionarios de la ciudad de NN y cumplir su objetivo de volverse un terrateniente rico. Para especificar un poco más sobre el espacio donde se desarrolla la acción, NN es un lugar sin nombre ni procedencia, el cual tiene una gran importancia dentro de la trama, ya que al ser un lugar cualquiera – todo lo que no fuera Moscú o San Petersburgo se consideraba vulgar o de pueblo – también albergaba gente cualquiera y variopinta. Esto será muy representativo ya que, como veremos más delante, todos los personajes que se nos representan – pasando por el pueblo llano hasta grandes representantes civiles y militares – serán, en mayor o menor medida, personajes caricaturescos, extravagantes, ridículos en ocasiones, bastos y tremendamente prejuiciosos. Con todo esto el narrador se hará gala de mostrárnoslos en todas las facetas posibles, incluyendo al propio protagonista, cuyas intenciones son las más viles de todos. 

A continuación nos centraremos un poco en el narrador, figura fundamental de todo relato, el cual tiene un papel en esta obra de lo más representativo. Ya que no solo es la expresión poética del yo del autor, sino que, interactúa con el autor y le da voz. En multitud de ocasiones, la narración se ve interrumpida por este narrador – para aclarar algún aspecto o criticar inclusive al propio autor – por lo que llega a aparecernos como un personaje más, con su voz propia y pensamientos propios. Dicho narrador, y a mi propio parecer, va narrando las escenas y a los personajes como si los viera a través de una de estos carros típicos de la epoca. Observa la escena, la enmarca y la describe. Aunque en multitud de ocasiones – como, por ejemplo, en el capítulo noveno con las conversaciones de las dos damas aristocráticas o en el capítulo undécimo cuando el propio Chíchikov duerme en su carromato – el narrador hace gala de poder escuchar los monólogos o las reflexiones internas del resto de personajes, dando una visión total y global del marco de la narración. 

Esto será de gran ayuda a la hora de presentar a los personajes, ya que, la gracia de esta obra recae casi exclusivamente sobre ellos. Partiendo de que la obra se divide en tres partes: la primera enmarcada en el capítulo primero se nos narra la llegada del protagonista, el lugar, sus gentes y los primeros pasos que este tiene que dar para iniciar su plan. En segundo lugar, encontramos el desarrollo de la trama con la visita a los terratenientes a lo largo del capítulo dos hasta el séptimo. Para finalizar, en la tercera parte se desarrolla la estafa, con la firma de papeles y legalización de la compraventa por parte de los terratenientes a lo largo del capítulo séptimo al undécimo. Por último, y como una buena forma de finalizar la primera parte de esta obra, encontramos, por fin, el objetivo del protagonista, se nos habla de su vida y se expone las motivaciones de este. Sin contar con los cinco capítulos finales, pertenecientes a esa segunda parte no acabada por parte de Gógol, donde se nos muestra una visión más esperanzada, donde se pretendía que el lector adquiriera cierto grado de reflexión y aprendizaje con respecto a la primera parte. Por lo que hay que añadir que, esta obra inconclusa, fue pensada desde un principio por el autor como trilogía. Queriendo imitar así la Divina Comedia de Dante, siendo esta primera parte el equivalente al  Infierno y su segunda parte, el Purgatorio. Como una prueba de ello encontramos una alusión directa en el capitulo séptimo cuando Chíchikov va a ver al jefe de la administración para oficializar su compra de campesinos ya que se siente guiado por uno de los funcionarios como si se tratara del propio Virgilio. Volviendo de nuevo a los personajes, los cuales, ahora sabiendo que pertenecen a un tipo de “Infierno”, no nos sorprenderá encontrárnoslos reflejados en los cinco terratenientes a los que el protagonista va a visitar en busca de almas muertas. Estos terratenientes, junto al resto de personajes de la ciudad de NN, son caricaturas rocambolescas. Ya se por su propia personalidad, sus maneras, sus prejuicios y formas de pensar, o por sus propios vivíos que los enmarcan. Son personajes con los que busca el autor hacer reflexionar al lector sobre la sociedad rusa ya que su objetivo final fue el de brindar una visión lo más amplia y detallada posible. Debido a la gran responsabilidad moral que sentía Gógol con respecto a este tema. 

Sin desvíanos demediado del tema que nos rodea, hay que decir que la trama de la obra se centra sobre todo en la persona de Chichikov, quien toma el tema del camino como forma de vida. Como una búsqueda de la expiación del alma, la cual y en su caso, sería la de cumplir su sueño. A pesar de que lo haga por medio del engaño y de agradar al prójimo. Haciendo uso de los consejos que le dio su padre antes de morir. Además las descripciones obtendrán un papel clave en la obra, las descripciones se harán tanto de personas – un ejemplo de ello es el terrateniente del capítulo quinto quien según su apariencia y sus comportamiento se asemeja a la de un oso – como de lugares – capítulo sexto – los cuales son un fiel reflejo de su propietario. A excepción de que, y como se ve en el capitulo con el avaro señor mayo del capítulo sexto, no es el ambiente el que efectúa esta similitud o cambios sino la propia persona, el dueño de la casa. Ya que a través del alma corrompida de este se ve reflejado en el ambiente en el que vive el individuo. 

Para terminar, quisiera remarcar los temas y puntos clave de la obra, sin centrarme demasiado en la trama o en la acción de la obra. Porque es sabido que Chíchikov se sale con la suya, la visión de una ciudad aristocrática llena de apariencias y relatos fieles de sus vida – me agradó mucho descubrir las personalidades y como se mueve la vida en estos lugares a través del capítulo séptimo al decimo – que ya sin profundizar demasiado en la trama sacaríamos una gran cantidad de detalles dignos de mencionar. Pero, y a modo de conclusión, quisiera remarcar lo que una obra así pudo efectuar en las mentes de la gente que la leyó. Como un Lazarillo de Tormes para un español del siglo xvi, Almas muertas debió de ser el equivalente a esta sociedad tan tradicional. Donde pudieran verse reflejados, tanto en la forma de vestir, como en las costumbres de hospitalidad y de chismorreo, en las comidas o la vida típica de un viajante por las postas, la etiqueta rigurosa y hasta en las formas de hablar. Un ejemplo de esto son la forma que tiene de ganarse la confianza nuestro protagonista, o la escena de los caballos enredados en el capítulo quinto donde unos campesinos ayudan a mover a los caballos. 

Todo se ve reflejado en la obra y no solo en las descripciones o en las introspecciones morales, sino que también se puede apreciar de una forma palpable. Como hablan los campesinos, con que tozudez y rudeza, en comparación con la buenas formas y educación del primer terrateniente y su mujer, junto con sus hijos. Todo en esta obra, absolutamente todo es motivo de referirse,  de ser meditarse, de ser observar e incluso de poder reírse y, además de tener la oportunidad de pensar. Ya que es una obra puramente filosofía, realista y metódica, a la cual se le debería de dar una oportunidad al menos una vez en la vida.