martes, 9 de abril de 2019

Reseña de Almas muertas por Nikolai Gógol.

*NOTA: Todos los Análisis Literarios que reseñare en el blog no están exentos de  spoilers de forma inevitable. Con el fin de entender en profundidad y reflexionar sobre la obra es necesario destripar acciones, personajes y tramas con el fin de llegar a tender la obra de una forma muchos más detenida.* 


Introducción:
Gógol nació en la actual Ucrania en 1809 y falleció en Moscú en 1852. Fue un escritor en lengua rusa que tuvo una gran influencia dentro de la literatura rusa, y cuya obra señalaría el comienzo de la narrativa realista en Rusia. Pronto continuada por los grandes maestros del realismo ruso: Iván Turquéniev, Leon Tostói y Fiodor Dostoievski. 

Obra y vida del autor: 
Para nombrar algo sobre la vida de Nikolai Gógol hay que remarcar que fue el hijo de un pequeño terrateniente ucraniano. Por lo que, con tan solo a la edad de diecinueve años, decidió trasladarse a San Petersburgo para intentar, sin éxito, labrarse un futuro como burócrata de la administración zarista. Posteriormente, en 1831, se incorporó ahora como profesor de historia para impartir clases en la universidad, donde conocería a Alexander Pushkin. Quien le dio la idea – y el argumento – a Gógol para su obra maestra, Almas muertas. Era bien conocida la elevada opinión que Pushkin con respecto de Gógol y, por consiguiente, la relevancia que para él tenía las apreciaciones, ideas y opiniones de quien denominaba como su “maestro”.  

Desde entonces y partir de las colaboraciones, de una manera regular, con distintas publicaciones nacieron las Veladas en la finca de Dikanka (1831- 1832). La cual constituyó un enorme éxito, que posteriormente lo llevaron, en la de década de 1835, a abandonar la universidad definitivamente, para centrarse por entero a la creación literaria y a la literatura. También en ese mismo año publicó Mirgorod y Arabescos, la cual suponía todo un paso para el realismo crítico. Mas tarde escribiría, Mirgorod, la cual es una continuación de las ya nombradas Veladas. La obra contiene cuatro relatos, entre los cuales, está el poema épico: Taras Bulba.

En una etapa más madura de su producción encontramos la comedia de El inspector, la cual es una sátira de la corrupción de la burocracia – la misma que obligó al escritor a abandonar temporalmente su país de origen –. Instalado ahora en Roma, sobre la década de 1842, allí Gógol escribió buena parte de su obra más importante y mejor recordada – de la cual hablaremos más extensamente después – Almas muertas, donde enmarcaría y describiría de una forma sarcástica sobre la Rusia feudal. En ese  mismo año el autor publicó El abrigo, obra que ejercerá una enorme influencia en la literatura rusa. 

Después de una corta estancia en Moscú, y ya de regreso en Roma, comenzó a redactar lo que hoy conocemos como la segunda parte de Almas muertas. Aunque, y por desgracia, tan solo se conservan los cinco primeros capítulos de esta segunda parte, a causa de dos factores que alteraron profundamente al escritor: La primera se encuentra en la influencia negativa de sus allegados y como consecuencia del consejo de un cura para ayudarle a salvar su vida y su alma. En segundo lugar, la quema se produjo a causa de no encontrar el idea positivo de su obra, aunque en este aspecto, muchos intelectuales han teorizado sobre las posibles razones por las que Gógol no quiso acabar la obra. Se habla de falta de inspiración, o de la necesidad de asemejarse a los clásicos, entre otros casos.

En esta última etapa de su vida el autor decidió, posiblemente a causa de una enfermedad, prenderle fuego antes de morir a la segunda parte de Almas Muertas. Por último y para concluir con sus obras, en los últimos años de su vida escribió también artículos en los Fragmentos escogidos de la copresidencia con los amigos (1847) donde defiende la religión ortodoxa.

La transición del romanticismo al realismo de Gógol: 
En la Rusia del siglo xix aun se tiene muy en cuenta el intento de modernización por parte de Pedro I el Grande, en el siglo anterior. Pero a pesar de ello, Rusia sigue sin encontrar su lugar entre las grandes potencias europeas, lo que derivó en una profunda crisis. Ya fuera a causa de la basta extensión del territorio o por sus peculiares características en la forma de gobierno, la sociedad rusa se encontraba bajo el yudo de una fuerte moral tradicionalista y religiosa, lo que provocó un inmenso choque al intentar occidentalizarse. Se pone de manifiesto, por lo tanto, la ineficacia e incapacidad, por parte de un Estado burocratizado, que ya habia estado presente desde el siglo xviii. Tampoco ayudó la participación del Estado Ruso en numerosas campañas bélicas, durante la primera mitad del siglo xix, y las luchas internas por el poder y la corona que desembocó en un gran malestar social – mucho más presentes entre los campesinos y los burgueses liberales – por el enfrentamiento, en el ámbito del pensamiento, por parte de los occidentalitas y eslavófilos.

A pesar de este ambiente Rusia se desarrollará, a lo largo de este siglo xix, como uno de los grandes focos de producción literaria universal. A pesar de que en su producción literatura romántica no se desarrollará nada esencialmente nuevo – ya que se verán fuertemente influenciados por los motivos románticos pertenecientes a las culturas Inglaterra y Alemania – pero en esencia, su literatura romántica rusa sí se enriquecerá. Partiendo así como punto de arranque, y también como fuerte inspiración, para una tradición literaria donde su mayor grado de madurez se apreciará a finales de la segunda mitad de siglo. Posteriormente, ya en el siglo xviii, encontramos, en esencia, la decadencia de los modelos franceses y del los cuales partiría el modelo del neoclasicismo y del sentimiento prerromántico. Por consiguiente las primeras producciones literarias rusas de este nuevo siglo xix continuarán con ambas tendencias pero volviéndolas menos melodramáticas y se centraran en los rasgos más neoclásicos, sí lo comparamos con respecto al siglo pasado. 

Por consiguiente, hay que resaltar que hubo, entre los grandes autores del Romanticismo ruso, unas figuras sumamente representativas. Como fueron la de Vasili A. Zhukovski (1783- 1852) –, quien fue el verdadero propulsor e introductor del Romanticismo en Rusia –, la figura de Alexandr Serguiévich Pushkin (1799- 1837), – a quien, al menos, se le reconoce el mérito de ser el más claro representante del sentir romántico ruso – y, al mejor continuador de la labor literaria de Pushkin, Mijaíl Yúrievich Liérmentov (1814- 1841) – quien prosigue su producción literaria desde el punto mas estrictamente ideológico con respecto a la consciencia social de los intelectuales rusos – Finalmente, encontraremos a quien denominamos como el propulsor de “la transición del realismo”, Nikolai Vasílievich Gógol (1809- 1852). Se le atribuye que, en pleno Romanticismo, solventó y puso las bases esenciales para lo que posteriormente sería la narrativa realista rusa.

Reseña de Almas muertas: 
Almas muertas fue la obra maestra de Nikolai Gógol, la novela fue publicada en 1842 y en ella el autor nos ofrece, a nosotros como lectores, una visión lúcida y al mismo tiempo desoladora con una narrativa que refleja a la perfección la sociedad rusa del siglo xix. 

Pável Ivánovich Chíchikov será el protagonista de esta aventura, un pequeño terrateniente frívolo y corrupto que se dedica a “comprar” siervos ya muertos en la ciudad de NN. Librando de las cargas fiscales los propietarios de estas “almas muertas” al mismo tiempo que se beneficia económicamente, ya que aun estas almas aparecen en el censo. De esta forma Chíchikov va a conseguir de una manera ilícita una serie de prestaciones como, por ejemplo, tierras y prestamos provenientes por parte del Estado, al contar con un determinado número de “almas”, en otras palabras, nuestro protagonista consigue hacerse rico. 

Para comprender más ampliamente esta obra y antes de inicial el analisis formal de la obra me veo en la necesidad de aclarar, de una forma meramente anecdótico, como funcionaban las cosas en el Estado Ruso de la epoca que enmarca de una forma tan detallada en la obra Almas muertas. En un comienzo la sociedad aristocrática se caracterizó, hasta la abolición de la servidumbre en 1861 decretada por el zar Alejando II, mediante que las vidas de los campesinos estuvieron ligadas a la voluntad de los terratenientes o del Estado. Desde el siglo xv, y como medio para evitar la despoblación, se estableció la obligación de que los campesinos y sus descendientes vivieran en las propiedades las cuales trabajaban. Por lo que los campesinos se convirtieron en una forma de medir la fortuna de sus señores, al contrario que en Europa, que se media por medio de la extensión de las tierras. Y por otro lado, el Imperio Ruso, por medio de la Tabla de Rangos establecida por Pedro I (1672- 1725) en 1722, permitió reorganizar todo el escalafón del funcionariado y del ejercito por medio de la obtención de rangos, y de los privilegios vinculados a él, mediante el servicio que desempeñaban para el emperador y no por medio del nacimiento como sucedía hasta entonces. 

Por lo tanto, y volviendo de nuevo a nuestro héroe en esta aventura. Chichikov al tener un puesto como asesor colegiado ocupará el octavo nivel, de entre los catorce existentes, para los funcionarios civiles. Esto le ha permitido, ya desde el primer capítulo, a tener la oportunidad y las facilidades para codearse entre los grandes funcionarios de la ciudad de NN y cumplir su objetivo de volverse un terrateniente rico. Para especificar un poco más sobre el espacio donde se desarrolla la acción, NN es un lugar sin nombre ni procedencia, el cual tiene una gran importancia dentro de la trama, ya que al ser un lugar cualquiera – todo lo que no fuera Moscú o San Petersburgo se consideraba vulgar o de pueblo – también albergaba gente cualquiera y variopinta. Esto será muy representativo ya que, como veremos más delante, todos los personajes que se nos representan – pasando por el pueblo llano hasta grandes representantes civiles y militares – serán, en mayor o menor medida, personajes caricaturescos, extravagantes, ridículos en ocasiones, bastos y tremendamente prejuiciosos. Con todo esto el narrador se hará gala de mostrárnoslos en todas las facetas posibles, incluyendo al propio protagonista, cuyas intenciones son las más viles de todos. 

A continuación nos centraremos un poco en el narrador, figura fundamental de todo relato, el cual tiene un papel en esta obra de lo más representativo. Ya que no solo es la expresión poética del yo del autor, sino que, interactúa con el autor y le da voz. En multitud de ocasiones, la narración se ve interrumpida por este narrador – para aclarar algún aspecto o criticar inclusive al propio autor – por lo que llega a aparecernos como un personaje más, con su voz propia y pensamientos propios. Dicho narrador, y a mi propio parecer, va narrando las escenas y a los personajes como si los viera a través de una de estos carros típicos de la epoca. Observa la escena, la enmarca y la describe. Aunque en multitud de ocasiones – como, por ejemplo, en el capítulo noveno con las conversaciones de las dos damas aristocráticas o en el capítulo undécimo cuando el propio Chíchikov duerme en su carromato – el narrador hace gala de poder escuchar los monólogos o las reflexiones internas del resto de personajes, dando una visión total y global del marco de la narración. 

Esto será de gran ayuda a la hora de presentar a los personajes, ya que, la gracia de esta obra recae casi exclusivamente sobre ellos. Partiendo de que la obra se divide en tres partes: la primera enmarcada en el capítulo primero se nos narra la llegada del protagonista, el lugar, sus gentes y los primeros pasos que este tiene que dar para iniciar su plan. En segundo lugar, encontramos el desarrollo de la trama con la visita a los terratenientes a lo largo del capítulo dos hasta el séptimo. Para finalizar, en la tercera parte se desarrolla la estafa, con la firma de papeles y legalización de la compraventa por parte de los terratenientes a lo largo del capítulo séptimo al undécimo. Por último, y como una buena forma de finalizar la primera parte de esta obra, encontramos, por fin, el objetivo del protagonista, se nos habla de su vida y se expone las motivaciones de este. Sin contar con los cinco capítulos finales, pertenecientes a esa segunda parte no acabada por parte de Gógol, donde se nos muestra una visión más esperanzada, donde se pretendía que el lector adquiriera cierto grado de reflexión y aprendizaje con respecto a la primera parte. Por lo que hay que añadir que, esta obra inconclusa, fue pensada desde un principio por el autor como trilogía. Queriendo imitar así la Divina Comedia de Dante, siendo esta primera parte el equivalente al  Infierno y su segunda parte, el Purgatorio. Como una prueba de ello encontramos una alusión directa en el capitulo séptimo cuando Chíchikov va a ver al jefe de la administración para oficializar su compra de campesinos ya que se siente guiado por uno de los funcionarios como si se tratara del propio Virgilio. Volviendo de nuevo a los personajes, los cuales, ahora sabiendo que pertenecen a un tipo de “Infierno”, no nos sorprenderá encontrárnoslos reflejados en los cinco terratenientes a los que el protagonista va a visitar en busca de almas muertas. Estos terratenientes, junto al resto de personajes de la ciudad de NN, son caricaturas rocambolescas. Ya se por su propia personalidad, sus maneras, sus prejuicios y formas de pensar, o por sus propios vivíos que los enmarcan. Son personajes con los que busca el autor hacer reflexionar al lector sobre la sociedad rusa ya que su objetivo final fue el de brindar una visión lo más amplia y detallada posible. Debido a la gran responsabilidad moral que sentía Gógol con respecto a este tema. 

Sin desvíanos demediado del tema que nos rodea, hay que decir que la trama de la obra se centra sobre todo en la persona de Chichikov, quien toma el tema del camino como forma de vida. Como una búsqueda de la expiación del alma, la cual y en su caso, sería la de cumplir su sueño. A pesar de que lo haga por medio del engaño y de agradar al prójimo. Haciendo uso de los consejos que le dio su padre antes de morir. Además las descripciones obtendrán un papel clave en la obra, las descripciones se harán tanto de personas – un ejemplo de ello es el terrateniente del capítulo quinto quien según su apariencia y sus comportamiento se asemeja a la de un oso – como de lugares – capítulo sexto – los cuales son un fiel reflejo de su propietario. A excepción de que, y como se ve en el capitulo con el avaro señor mayo del capítulo sexto, no es el ambiente el que efectúa esta similitud o cambios sino la propia persona, el dueño de la casa. Ya que a través del alma corrompida de este se ve reflejado en el ambiente en el que vive el individuo. 

Para terminar, quisiera remarcar los temas y puntos clave de la obra, sin centrarme demasiado en la trama o en la acción de la obra. Porque es sabido que Chíchikov se sale con la suya, la visión de una ciudad aristocrática llena de apariencias y relatos fieles de sus vida – me agradó mucho descubrir las personalidades y como se mueve la vida en estos lugares a través del capítulo séptimo al decimo – que ya sin profundizar demasiado en la trama sacaríamos una gran cantidad de detalles dignos de mencionar. Pero, y a modo de conclusión, quisiera remarcar lo que una obra así pudo efectuar en las mentes de la gente que la leyó. Como un Lazarillo de Tormes para un español del siglo xvi, Almas muertas debió de ser el equivalente a esta sociedad tan tradicional. Donde pudieran verse reflejados, tanto en la forma de vestir, como en las costumbres de hospitalidad y de chismorreo, en las comidas o la vida típica de un viajante por las postas, la etiqueta rigurosa y hasta en las formas de hablar. Un ejemplo de esto son la forma que tiene de ganarse la confianza nuestro protagonista, o la escena de los caballos enredados en el capítulo quinto donde unos campesinos ayudan a mover a los caballos. 

Todo se ve reflejado en la obra y no solo en las descripciones o en las introspecciones morales, sino que también se puede apreciar de una forma palpable. Como hablan los campesinos, con que tozudez y rudeza, en comparación con la buenas formas y educación del primer terrateniente y su mujer, junto con sus hijos. Todo en esta obra, absolutamente todo es motivo de referirse,  de ser meditarse, de ser observar e incluso de poder reírse y, además de tener la oportunidad de pensar. Ya que es una obra puramente filosofía, realista y metódica, a la cual se le debería de dar una oportunidad al menos una vez en la vida.   

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