lunes, 15 de abril de 2019

Reseña la Ilíada de Homero.

*NOTA: Todos los Análisis Literarios que reseñare en el blog no están exentos de  spoilers de forma inevitable. Con el fin de entender en profundidad y reflexionar sobre la obra es necesario destripar acciones, personajes y tramas con el fin de llegar a tender la obra de una forma muchos más detenida.* 


La Ilíada, junto con la Odisea, fueron dos obras de carácter épico escritas en verso por el conocido poeta griego Homero. A quien, a día de hoy, está considerado como una figura legendaria dentro de la literatura universal, a pesar del desconocimiento que envuelve su figura con respecto a su patria y su época.

Con el tiempo, muchos expertos han llegado a dudar incluso de su existencia y de la autoría de sus obras por diversos motivos: por ejemplo, la «Cuestión Homérica» defendida por el filólogo alemán Wolf [1]. A pesar de todo esto, en la actualidad, se acepta el hecho de que, al menos, tuvo que existir “un” Homero. Este poeta, por medio del antiguo material de la tradición oral, que ya previamente habían existido de forma anónima por poetas posteriores (los homéridos), pudo confeccionar y dar forma a una nueva obra, que, en este caso, fue la Ilíada.

Por tanto, ¿qué es la Ilíada? Es un conjunto de poemas épicos, los cuales eran la culminación de un largo proceso de evolución con respecto a la poesía oral a través de los siglos. Donde se encuentran muy presentes tanto el mito, que era la forma de explicar el lugar del hombre en el universo, y su relación con él (de ahí proviene toda la trascendencia religiosa que les caracterizaba), como las leyendas: narraciones trasmitidas de generación en generación de forma oral y posteriormente escritas. Donde nace el subgénero de la epopeya, donde podemos catalogar la Ilíada, ya que es una narración escrita en verso o prosa que narra acciones trascendentales para la memoria colectiva de un pueblo, donde tienen como protagonista a un héroe, donde las acciones más comunes son la guerra y los viajes.

Con respecto a esta tradición oral, no debemos olvidar la importancia de los aedos[2] (trovadores de la antigüedad) para la difusión y la conservación a día de hoy de todos estos poemas y cantos de la tradición clásica. Inclusive, de su trasmisión como memoria cultural a un público, que de otra forma no se podría conocer. Por otro lado, es necesario diferenciar a estos aedos, de la figura del poeta. El cual tenía en la época una gran relevancia y estatus debido a sus conocimientos, además de que popularmente, se les conocían o llamaban hijos de las musas.

La obra de la Ilíada narra las hazañas de Aquiles durante la guerra de Troya. Hecho verídico, fácilmente localizable, que pudo ocurrir hacia el año 1250 a. c. En esta obra podemos ver con amplia claridad cómo se mezcla lo real con lo mítico e incluso lo religioso. En esta obra poética tiene como protagonistas, tanto en papeles secundarios como principales, a un héroe. La figura del héroe es característica y principal en el género épico, ya que es quien sufre todas las tragedias y/o sale victorioso (o no) de las pruebas a las que normalmente están sometidos. Dichos héroes están estrechamente entrelazados con los valores de gloria y honor, propios del tema de la guerra. Junto con la fama, esta gloria y honor son la meta ultima del héroe griego, que en innumerables ocasiones les lleva de una u otra forma a la muerte.

Podríamos decir que, en la Ilíada, la guerra de Troya no es mas que el marco donde se desarrollará principalmente la historia donde Homero contará el enfrentamiento entre Agamenón, el rey de los aqueos y Aquiles, «el de los pies ligeros». Dividiendo la obra en tres grande partes o acontecimientos: «La cólera de Aquiles», «Los designios de Zeus» y «La venganza de Aquiles»[3].

En esta primera parte Homero nos narra cómo se sucede el conflicto de Agamenón y Aquiles por medio de Briseida (la esclava y futura esposa de Aquiles). Se puede apreciar a lo largo de estos cantos los rituales de la guerra, como los sacrificios a los dioses o los códigos de honor entre los hombres, el reparto del botín y la importancia de la palabra o la deshonra. El papel de la mujer se verá que es nulo, e inclusive, anecdótico ya que ni el amor ni el sexo son temas a tratar en estas baladas de guerra.

Por otro lado, y en gran contraste con la película del 2004, Troya (dir. W. Petersen), las apariciones de las divinidades están presentes desde el inicio de la narración. Como parte de la vida de los mortales, tanto de una forma activa como pasiva, llegando incluso a afectar al propio destino de los hombres y sus acciones. Ya que estas divinidades, son tachadas de “caprichosas” y su comportamiento se semeja en gran medida al del hombre. Haciéndolas así más accesible y fáciles de comprender. Estas divinidades aparecen también como personajes dentro del poema, y son, al fin de al cabo, las responsables del desenlace de la obra épica, sin olvidarnos del destino. Ya que, como se ha visto a lo largo de la obra, ni estas deidades pueden obviar la importancia y el peso del destino irremediable que les deparará a los héroes dentro de la epopeya.

Todo esto es fácilmente reconocible en «Los designios de Zeus», donde las batallas son guiadas o intercedidas directamente por esta divinidad. Al ser un texto bélico es usual encontrar escalas de mando o jerarquía, las cuales son fácilmente aplicables a los mismos dioses. Siendo Zeus el cabeza y patriarca del elenco de dioses, quienes temen profundamente las consecuencias si osaran desobedecerle.

Mientras que en la «Venganza de Aquiles» podemos ver otro motivo central dentro de la obra: la amistad. El sentimiento de compañerismo y unión entre los héroes durante las batallas estará muy presente por medio de las penurias, los banquetes y, por supuesto, la muerte. Un ejemplo muy claro de ello es la relación de Patroclo con Aquiles, cuya muerte será el propulsor del desenlace de la Ilíada con la muerte de Héctor a manos de Aquiles, en venganza por la muerte de su querido compañero.

Llegando a este punto a otro gran tema dentro de la mitología y la tradición clásica es la concepción del cuerpo. En numerosos cantos se puede observar el valor sagrado que tiene para ellos el cuerpo del difunto, llegando incluso a respetarse los ritos fúnebres o la presente amenaza de perder dicho cuerpo a manos de las aves y los perros. Es sabido que esto se debe al ritual religioso propio de la época, donde la obtención del cuerpo era vital para traspasar al Hades, el lugar donde reposan los muertos. Este respeto hacia el difunto se verá en la petición desesperada de Príamo a Aquiles para que le sea devuelto el cuerpo de su hijo Héctor. Acto que a su vez el mismo Zeus le ordena complacer, ya que es un acto sagrado e inviolable.

A pesar de ser una obra bélica los sentimientos, como se verá en «La venganza de Aquiles», obtienen un gran peso en el texto poético. A pesar de ser héroes, estos “hablan desde el corazón”, mostrando sus debilidades y fortalezas, llegando incluso a las lágrimas y a la desesperación en determinados momentos. Siendo esto un total contraste con las escenas de gran violencia y pulcritud con el que se narran los hechos en la obra. Sin olvidar la figura de Aquiles como motor de la acción durante todo el poema épico, esté o no, presente en dicha acción. Ya que la obra no habla sobre la guerra de Troya, sino del papel de Aquiles como héroe dentro de dicha batalla.

También podemos destacar, como características propias de la obra, los paisajes tanto descriptivos como narrativos. Los dos brindados de grandes detalles y guiados por un ritmo lento pero conciso. Creando también una tensión dramática de los acontecimientos cuando es preciso, por medio de la violencia grafica que aquí se describe como por los hechos y acciones de los personajes influenciados por dicha violencia. Destacando, a su vez, la importancia de personajes secundarios como: Paris, Diomedes, Eneas…  para el desarrollo y evolución de la trama a lo largo del poema. Llegando a tener gran importancia inclusive como narraciones independientes. Finalmente, esta obra termina con un clímax que se desarrollará tan solo en cuatro días, a diferencia de los cincuenta y uno que dura el resto de la narración. Un final apresurado, rápido, pero con fuerza, cierra esta obra bélica de carácter trágico y heroico. 



[1] Iáñez, E., (1989), Las literaturas antiguas y clásicas. Historia de la literatura universal- 1. España, Editorial digital: Jaleareal. Pág. 71.
[2] Ídem. Pág. 69.
[3] Homero., (1944), La Ilíada. Traducida por Montserrat Casamada. Editorial: Obras Maestras. Prologo.

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