domingo, 29 de marzo de 2020

Reseña: "Arte" de Yasmina Reza



Título: Arte.
Autor: Yasmina Reza.
Publicación: 2005.
Páginas: 104.
Editorial: Anagrama.
Género: Teatro.

Sinopsis:
Sergio ha comprado un cuadro moderno por una gran suma de dinero. Marcos lo odia y no puede creer que a un amigo suyo le guste una obra semejante. Iván intenta, sin éxito, apaciguar a las dos partes.

Si tu amistad está basada en un mutuo acuerdo tácito, ¿qué pasa cuando una persona hace algo completamente diferente e inesperado? La pregunta es: ¿eres quién crees que eres o eres quien tus amigos creen que eres?


Sobre el autor: 
Yasmina Reza (Paris, 1 de mayo de 1959) es una escritora, actriz, novelista y dramaturga francesa. De ascendencia judía en 2000 fue la ganadora del Gran premio del teatro de la Academia francesa, en conmemoración a toda su carrera dramática. Su aproximación al teatro comenzó con pequeños papeles como actriz en obras nuevas o clásicas (como Molière o Marivaux). Recibió el premio Molière por Conversaciones tras un entierro en 1987 y La travesía del invierno. También ha trabajado como traductora de Franz Kafka para el autor Roman Polanski. Finalmente volvió a ganar el premio Molière con Arte que fue todo un éxito a nivel internacional. En la actualidad, y junto a su última obra Un dios salvaje (2007) ha sido llevada al cine por Polanski en el 2011.  


RESEÑA:
Arte es una comedia que no te dejará indiferente, independientemente del nivel de conocimientos sobre el arte que uno pueda llegar a tener. Está magnífica obra teatral de Yasmina Reza te dejará tan enganchado como atónito ante los acontecimientos que un simple cuadro blanco con rallas blancas puede iniciar.

La trama gira en torno a tres mejores amigos, Sergio, Marcos e Iván, que tras una larga amistad creen conocerse, entenderse, hasta que un elemento tan banal como un cuadro (que en él encierra el sentido mismo del arte para sus protagonistas) les hace replantearse las bases de su amistad y de su propia identidad. Sergio es un coleccionista aficionado que se gasta más de lo que debería en un cuadro que desatará la gran polémica, que, tras enseñárselo a Marcos, este hace un comentario terrible hacia la preciada posesión de Sergio. Marcos seguro de llevar la razón no se esconde, su opinión sobre lo que es el arte y lo que representa es la verdad absoluta y la única. Sergio en cambio discrepa y opina que el arte, aunque incompresible, merece hasta el último penique. Por último, hace acto de presencia Iván quien intentando mantener una actitud reconciliadora, asumiendo que un cuadro caro y sin sentido puede llegar a emocionar. Siendo víctima por ello del cortante torbellino de opiniones, discrepancias, desdenes y reflexiones sobre que es el arte el cual se cernirá sobre estos tres amigos por igual.

Aunque parezca un argumento, si se me permite, un tanto surrealista, las conversaciones, ensalzamientos, recriminaciones, e incluso, reconciliaciones que aparecerán a lo largo de acto teatral irán sutilmente unidos a una crítica mordaz contras las bases mismas del arte moderno y abstracto. Esta obra contará con tan solo estos tres personajes para dar vida y sentido a la historia, aquí no hay actos ni cuadros que dividan la acción teatral, tan solo existe un ir y venir entre personajes que la dotará de movimientos y vida a cada instante. Como espectador de dicha comedia te enfrentaras a una lucha sin cuartel entre sus protagonistas, en nombre del arte, y que, a su vez, nos llegará en forma de discusión intima donde cada involucrado dejará lo mejor y lo peor de sí mismo en pos de su amistad y su razón. Cuyo final apoteósico no podía ser otro que el aquí narrado, lleno de ironía, amor fraternal, orgullo y poder de convicción.  

Hay que tener presente que toda obra teatral está concebida para ser representada y no leída, por lo que esta obra requiere de un lector con una imaginación desbordante y sutil en los detalles. De nuevo, Arte, no dejará a nadie indiferente ante sus diálogos mordaces, la dinámica voraz de sus personajes y una sutil reflexión sobre lo que representa el sentir el arte en la sociedad, su sentido y su papel en ella. Es una invitación a la reflexión que al mismo tiempo embraga en sátira e ironía por los cuatro costados. Desde luego es un lectura de manual para todos aquellos que disfruten del teatro, el arte y para los que, de vez en cuando, se dejan llevar por el orgullo. 



lunes, 23 de marzo de 2020

Cuentos Populares Polacos

*NOTA: Todos los Análisis Literarios que reseñare en el blog no están exentos de  spoilers de forma inevitable. Con el fin de entender en profundidad y reflexionar sobre la obra es necesario destripar acciones, personajes y tramas con el fin de llegar a tender la obra de una forma muchos más detenida.* 


«Cuentos populares polacos» es una antología que recopila una serie de relatos y cuentos de la cultura popular del pueblo polaco. Muchas de estas obras fueron rescatadas de la tradición oral por poetas, novelistas, investigadores y traductores que pueblan esta antología. Entre ellos destacan algunos como: Kazimierz Wladyslaw Wójcicki (1807-1879) considerado el primer folclorista polaco, Lucjan Siemieński (1809-1877) poeta y traductor, amante de los cuentos y cantares populares, Wladyslaw Ludwik Anczyc (1823-1883) en su obra aparecen elementos tradicionales que el mismo tomó prestado de la tradición oral, Eliza Orzeszkowa (1841-1910) figura esencial de las letras polacas de la época Positivista, Maria Konopnicka (1842-1910) poetisa, novelista y traductora conocida por su producción infantil, entre otros muchos que pueblan esta obra.

Esta antología se encuentra dividida en capítulos (correspondientes a cada uno de los autor y autoras), formando un conjunto de historias y cuentos, inspiradas y/o tomadas directamente de la tradición oral. La acción en estos relatos se desarrolla, en la mayoría de los casos, en ambientes y lugares correspondientes a la nación polaca. Y es aquí donde dará lugar toda la producción fantástica y mitológica de los cuentos. Muchos de ellos influenciados por una cultura pagana anterior, o directamente, por elementos algo más modernos como la idea de nación o la aparición de una iconografía cristiana entre sus páginas. Esto se debe a que la mayoría de estos cuentos se corresponden con una producción literaria que corresponde al Romanticismo. Pudiendo dividir los cuentos en dos apartados: desde la Edad Media hasta el Romanticismo y del Romanticismo a nuestros días. Ya que los autores románticos polacos fueron los primeros en interesarse en el estudio de las fuentes populares de una forma más detenida, creando a partir de su investigación, más cuentos a partir de las fuentes, pero con problemáticas o escenarios de la época. Y en esta antología se ven reflejados tanto los relatos creados por los autores románticos como aquellos que pertenecen directamente a la producción tradicional del cuento transmitidos de forma oral por entre el territorio polaco.

Me sería casi imposible el nombrar a todos los autores y cuentos que aquí se hayan, por lo que me veo en la obligación de resaltar y estructurar aquellos que he observado de mayor relevancia e importancia. Ya fuera por su temática, ambientación, importancia u otras cuestiones. A si mismo la gran mayoría de ellos se pueden agrupar por medio de una forma temática, centrándonos además en los aspectos metafóricos de sus personajes, en la forma en la que se platean la trama y elementos ficcionales que aparecen en ellos. Y, por último, y más vital al estar hablando sobre cuentos, sus moralejas.

Con forme esta división hablaremos, de al menos, cuatro elementos temáticos en los que dividir los cuentos: cuentos con temática religiosa, cuentos con elementos nacionales, cuentos e historias tradicionales y cuentos con elementos de origen moral y moralejas.

En primer lugar, comenzaremos con algunos cuentos con temática histórica o nacional, cuyas moralejas están destinadas a meditar o razonar sobre aspectos políticos o históricos de la sociedad polaca. Así pues, el más representativo de esta categoría lo encontramos de la mano de Henryk Niewiadomska, Premio Novel de Literatura en el año 1905, con su relato dentro de la antología: «Leyenda Marinera». Aquí se nos cuenta la historia de un barco llamado Púrpura, el cual es una clara metáfora del Estado Polaco y cuya metáfora se centra en los problemas políticos y sociales de la época. Purpura es un barco prácticamente invencible, pero con el tiempo los marineros que habitaban en él se confiaron hasta llegar, incluso, a dejar al barco navegara por sí solo. Y esto provocó que se desgastase y que, a causa de unas enormes olas, el barco comenzara a hundirse. Al anunciarse el desastre todos los marineros comenzaron a batallear contra las olas, sin éxito. Entonces uno de ellos les dijo, cuando todo estaba ya perdido, que en lugar de luchar sin sentido debían arreglar el barco, aunque fuera bajo el agua. Y aquí acaba el cuento dejándonos como moraleja y metáfora al barco como representación del Estado, a los marineros despistados como políticos irresponsables y la lucha y el esfuerzo que tendrá el recobrar la grandeza del barco que fue antaño.

Henryk Niewiadomska tiene además dos cuentos más en esta antología: «Un cuento», el cual parece una versión anterior y eslava del cuento de la Bella Durmiente, ya que unas hadas viajan a un reino para bendecir con dones a una princesa, y «Un cuento de Sabala», donde un anciano, alrededor de una hoguera, relata la historia de un joven que engaño y encerró debajo de una piedra a la propia muerte y esta al ser más tarde liberada se apena de un niño que suplica por la vida de su madre. La muerte viaja al cielo para ver que podía hacer por aquella mujer ante el mismísimo Jesucristo, quien la abofetea con el alegato de que él nunca se olvidaría de aquellas criaturas y le manda llevarse igualmente a la madre. Este cuento tiene un mensaje católico muy fuerte para el pueblo polaco, ya que dicho mensaje final predicar la fe en la voluntad de Dios, de que a pesar de la muerte no van a ser abandonados.

Otros cuentos con temática nacional incluidos en esta antología los encontramos en: la «Leyenda de Lech», la «Leyenda de Popiel» y «Piast» de la autora Cecylia Niewiadomska (1855- 1925), cuya aportación a la literatura más importante fue precisamente al estudio e investigación sobre los cuentos tradicionales polacos. Estos cuentos, en realidad, podrían ser tomados como un único relato al ser prácticamente consecutivos y al estar íntimamente relacionados. Dichos cuentos tratan sobre el origen mítico del pueblo polaco, además de que dichos cuentos también son representados en otros pueblos eslavos a modo de leyenda. En ellos se narra la muerte de un rey corrupto a mano de las ratas, o en otro, como un humilde campesino agasaja con todo lo que tiene a unos desconocidos en el día en el que se le da el nombre de “hombre” al mayor de sus hijos. Mas tarde, nos enteramos de que, en realidad, eran Santos y que estos bendijeron a su hijo quien llegó a ser rey, al portarse tan bien con ellos. Transfiriéndole un origen divino a esta nueva dinastía.

Para finalizar presentamos otro cuento, cuyas raíces parten de la historia real de Polonia, encontramos, «La dote de Santa Kinga» del autor Wlandyslaw Ludwik Anczyc (1823-1883). En este relato tiene como protagonista a una reina polaca que fue famosa por la dote que presentó a los polacos y que fue de gran ayuda en guerras venideras. El cuento, a pesar de ser corto, representa a modo de leyenda el momento en el que Santa Kinga decide dar como dote en su compromiso con Boleslao una mina de sal. Para conseguirlo arrojo su anillo de compromiso en Hungría a una cantera de sal, y después, al casarse en Polonia y regresar a Hungría, con el pretexto del anillo, toda la sal que sacaron pasó a ser de sus nuevos compatriotas y cuenta la leyenda, y en este cuento, que el primer bloque de sal que se extrajo de la cantera se encontró el preciado anillo de Santa Kinga incrustado allí.  

Por otro lado, y siguiendo el hilo de los cuentos con una finalidad moral y de moraleja, resaltaremos los cuentos maravillosos de: «Lo que sucedió con el lino» de Maria Konopnicka (1842-1910) y «Lo que la tristeza buscó por el mundo» de Eliza Orzeszkowa (1841-1910), ambas autoras femeninas. El primero corresponde todavía a una estructura tradicional del cuento, cuyos elementos aparecen centrados en la representación de un rey bondadoso y la moraleja que envuelve el final de este cuento. Este rey quiere ayudar a su pueblo ya que sus tierras no albergaban suficientes riquezas para ellos. Por lo que decide acudir a un pordiosero quien le promete grandes riquezas con las semillas que le entrega al rey. El rey al principio tiene paciencia y espera, luego al sentirse humillado y traicionado al ver que estas no funcionaban manda arrestar al anciano y destruir la cosecha de las semillas mágicas. Después de una infinidad de problemas con la planta, casi habiendo destruido los restos de esta por completo, el rey haya al anciano y lo encierran en una torre. El preso, que había prometido al rey que le demostraría que las semillas sí que traían riquezas, le pide a una joven que le trae la comida que le traigan el resto de la planta. Y con ella hace un tapiz, ya que las semillas eran semillas de lino y todas aquellas acciones que llevaron al rey a destruir la planta hizo que pudiera, como último paso crear dicho tapiz. El preso se lo regala al rey, y este sorprendido, le libera y su deseo de obtener riquezas para su pueblo se hizo realidad. Lo fundamental de dicho cuento se encuentra en su moraleja, ya que enseña que hay que tener paciencia si uno quiere obtener resultados y que nada en el fondo es lo que parece. Ya que, a pesar de ser las intenciones del rey algo bueno, acabó obteniendo problemas, lo que le llevó a realizarse como personaje. Un personaje con el que todos nos podemos sentir identificados.

En segundo cuento en cambio, la estructura del relato cambia. Los personajes son ahora personificaciones de las emociones humanas, las cuales se encuentran en un lugar idílico en mitad de un campo. Aquí no encontramos castillos, enemigos y otros elementos típicos del cuento tradicional. En «Lo que la tristeza buscó por el mundo» se puede apreciar el elemento puramente romántico que le brinda su autora. La protagonista de este relato no es otra que la Tristeza, la cual, apenada por las penurias que le hace pasar a los humanos busca una emoción que pueda contrarrestarla. Por lo que la lleva ha hablar con otras emociones en busca de aquella que pueda acabar con ella, sin encontrarla, concluyendo que la Misericordia sería la única capaz de lograr tal objetivo. El punto fuerte de este cuento reside en las conversaciones que mantienen las emociones personificadas, y en las conclusiones a las que nos hacen llegar por medio de estas. Un relato cálido e intenso que no tiene nada que envidiar a ningún cuento tradicional.

Como un último ejemplo del relato tradicional hay que añadir el cuento «De una muchacha durmiente y tesoros encantados en el fondo de una arrollo» de Boleslaw Prus (1847-1916), uno de los nombres más conocidos e importantes de las letras polacas. Autor de la conocida novela La Muñeca, y de cuya obra se ha extraído este cuento. En este relato se nos narra la aventura de un herrero que se enamoro de una joven dormida, y rodeada de tesoros, en el fondo de un rio, hoy marchito. Desconociendo que aquel lugar solo se abría dos días señalados del año fue a visitar a una anciana que le indicó el día en el que volvería a parecer dicho lugar. Pero también le advirtió que tuviera cuidado ya que la muchacha y los tesoros estaban custodiados por horribles bestias, las cuales reaccionaban ante el miedo. Pero el herrero no tenia miedo y aquel día bajo, enfrentándose a aquellos monstruos, los cuales no pudieron herirle ya que no les temía. Se encamino hacia la muchacha, ignorando los tesoros que la rodeaban, e intento quitarle el clavo que tenía esta insertado en la cabeza y por el cual la hacía dormir. El herrero al intentar sacarlo, despertó a la muchacha quien grito de dolor suplicando que parase, y este asustado se apartó de ella y siendo, finalmente, devorado por las bestias. Este cuento, se diferencia de los otros dos en que no tiene una moraleja clara y aparente, además de que los hechos narrados son crueles y sin un final feliz. Pero (en mi humilde opinión) de los tres cuentos este es el que más se asemeja a un cuento puramente tradicional. Dejando un mal sabor de boca al llegar al final, pero de igual manera, con una sensación familiar y de ensueño.

Pasaremos ahora a los cuentos con temática tradicional, donde se nos presentan costumbres típicas del lugar, castillos, lugares geográficos reales y que de ellos ha surgido por medio del folclore como una leyenda. Muchos de estos cuentos tienen un lugar o un elemento que los relaciona con la realidad, como una leyenda o un mito que ha ido surgiendo de boca en boca y que con el tiempo han acabado en esta antología, con más o menos modificaciones. El primer cuento que se presenta en esta categoría es «La Reina del Báltico» de Lucjan Siemienski (1809-1877), donde nos cuenta una leyenda relacionada con el mar Báltico, ya que en él es donde se desarrolla este relato. La reina del Báltico al enterarse por sus súbditos subacuáticos de la presencia de un hombre en sus aguas pescando sin su permiso a animales del mar les ordena ir hacia el y, mediante el canto, encantarle para que se sumerja con ellos y finalmente ahogarlo. Pero antes de que su mandato se llevara a cabo la Reina se enamora de aquel joven, y en vez de condenarle a muerte, le condena a estar con ella una vez cada cierto tiempo. Y así fue como surgió el romance entre ellos. Romance que acabaría en tragedia con la muerte de ambos y su castillo bajo el mar destruido. Y se dice que aun partículas de dicho castillo pueden encontrarse en las orillas del mar Báltico. Con este cuento se nos presenta la relación de los cuentos tradicionales como una explicación a hechos que acontecen y que no se les pueda dar una explicación. Es bonito pensar que tanto el coral como las conchas que alguien encuentre a las orillas de estas playas, puedan llegar a pensar que sea parte de un antiguo castillo de una reina marina que cometió el error de amar a un mortal.

Con dos cuentos del autor Kazamierz Wladyslaw Wójcicki (1807-1879), «Los Caballeros durmientes de Wawel» y «Los Ojos Brujos» terminaremos esta sección de cuentos tradicionales. El primero es un relato de pocas páginas que nos cuenta como debajo del castillo de Wawel en Polonia, cuenta la leyenda, se encuentran dormidos los Caballeros de Wawel, los cuales están aguardando a la llegada de enemigos para despertar y proteger las tierras polacas a cualquier precio. El cuento también nos relata como de vez en cuando se oyen ruidos provenientes de debajo del castillo, y se creen que son los caballeros que allí aguardan. Y el día que despierten se oyera un estruendo por todo el territorio polaco anunciando su despertar. Desde luego una leyenda digna de ser reatada delate del imponente y bello castillo de Wawel.

Por otro lado, el segundo cuento se nos describe la ruta que hacían los barqueros polacos por un río que daba a un inmenso castillo y de quien se encondía tras sus muros. Un gran señor que había sido maldecido con unos ojos que a todo aquel al que miraba le acababa provocando la muerte era el temor de todo barquero que surcaba aquel río por que las ventanas de aquel inmenso edificio daban a sus aguas. A pesar de que aquel buen señor era cálido y amable su mirada producía grandes daños y este era el motivo por el que se encontraba solo y triste en su castillo. Tan solo un fiel sirviente se había quedado a su lado y le hacia compañía. Pero un buen día de invierno una familia de campesinos, un matrimonio y su joven hija, pidieron asilo al pobre hombre encantado. Y este acepto, dejando que aquellas gentes habitaran y dieran vida a su hogar. Mas tarde la amistad creció y el buen señor pidió la mano de su hija al campesino. Este pregunto mas tarde a su hija quien acepto el compromiso. Pero la maldición seguía estando allí, y la muchacha embarazada se su querido hijo perecía en el lecho. Con ardua convicción y arto de hacer daño a quien quería el buen señor se arrancó los ojos. Provocando que su joven esposa se recuperara y naciera una niña fuerte y sana. Nunca pudo verla, pero vivió una larga y feliz vida junto a ellas. Y los barqueros de aquellas aguas aun hoy temen dirigir sus miradas a lo que queda del castillo, por si, aún pudieran caer a manos de los ojos brujos.

El último conjunto de cuentos corresponde a aquellos con una clara temática religiosa, donde representan las costumbre y creencias relacionadas con la religión católica en tierras tradicionalmente polacas. Ya que esta temática es muy usual en todos los autores, o casi todos, que aparecen en la antología de «Cuentos populares polacos» he escogido un par de cuentos para enmarcar y finalizar con el análisis de estas narraciones. Dichos autores y sus correspondientes cuentos son: «El diablo Boruta» y «El diablo Boruta de Leczyca. Boruta Canoso» de Kazamierz Wladyslaw Wójcicki y finalmente «Jesucristo y los bandoleros» de Karimierz Przerwa-Tetmajer. 

Prácticamente el cuento del «Diablo Boruta» y «El diablo Boruta de Leczyca. Boruta Canoso» podríamos unirlos en dos cuentos sucesivos. Ya que en ambos se nos plantea como personaje principal un demonio llamado Boruta que en las recónditas mazmorras de un castillo custodia todo su tesoro. Pero una noche aburrida, y al oír la música que, provenía de una fiesta, decide ir a divertirse a una boda ajena. Donde acaba retando al novio y a los comensales, perdiendo parte de su vestimenta y unos dedos de la mano derecha. Dichos comensales al ver que al inicio del alba desaparecía aquel forastero no les quedó más que suponer que no era otro que el mismísimo y temido demonio Boruta. En el segundo cuento en cambio, se nos presenta un personaje que por su fuerza y fiereza las gentes le llamaban como aquel demonio aterrador. El hombre para comprobar su fuerza y su poderío, acabó accediendo a las mazmorras donde Boruta tenía su tesoro escondido, dispuesto a robárselo, pero allí le encontró el mismísimo diablo y saliendo de aquellas mazmorras lleno de temor, y con parte del tesoro, sufrió un maleficio. Ya no tenia esa fuerza que le caracterizaba y su cabello se volvió del color de la nieve. Las gentes comenzaron ahora a llamarlo Boruta Canoso, y con el tiempo esta debilidad le acabó matando, siendo el diablo Boruta el día de la muerte de este el que recuperó sus tesoros de la casa de nuevo a su mazmorra. Ambos cuentos tienen como protagonista a un demonio, que en la religión católica es sinónimo de maldad y de la presencia del maligno. Este elemento demoníaco es muy común en refranes y culturas tradicionales en todos los pueblos del mundo, a pesar de que algunos no tengan la religión católica instaurada en ellos.

Y para finalizar, nos saldremos un poco del esquema de los diablos, los cuales están muy presentas en esta antología, con otro cuento religioso llamado «Jesucristo y los bandoleros». A diferencia del anterior, aquí el elemento más importante del cuento es la personificación de la figura bíblica del hijo de Dios, Jesucristo. Quien, acompañado por San Pablo, son víctimas del secuestro de unos bandoleros, quienes por sus actos a lo largo del camino van demostrando que, a pesar de ser bandoleros, en el fondo, son buenas personas. Este relato termina cuando, siendo capturados estos bandoleros, se le condena a muerte a pesar de sus buenos actos. Y aquí Jesucristo con un claro paralelismo con las escrituras amenaza a los jueces con que su padre, el día de mañana, les juzgará a ellos de la misma manera. Haciendo así presente por medio de este cuento la importancia de un equilibrio entre la moral y la justicia. La critica y o reflexión de su autor se nos hace presente por medio del paralelismo con los evangelios, donde en más de una ocasión Jesucristo amenazó de igual manera.

Todos los cuentos que he mencionados, y otros muchos que no he podido meter, no solo es una clara memoria de las leyendas y mitos que pueblan un pueblo tan rico en cultura y tradición como Polonia, sino que es un ejemplo perfecto de como las tradiciones se van transmitiendo de generación en generación hasta llegar a nuestros días por eruditos que han sabido apreciar su valor dejándolos por escrito para que gentes del siglo XIX como yo puedan disfrutarlos siglos más tarde. Ha sido una experiencia grata, enriquecedora y sobre todo divertida. Por que no hay que olvidar que los cuentos, cuentos son y que una de sus funciones más esenciales es el de enseñar a través del divertimento. Y puedo concluir que ha sido una lectura de lo más entretenida la cual recomendaría a todo aquel que quisiera adentrarse entre los pliegues de la antigüedad y la historia polaca. 

jueves, 19 de marzo de 2020

La No Divina Comedia de Zygmunt Krasinski

*NOTA: Todos los Análisis Literarios que reseñare en el blog no están exentos de  spoilers de forma inevitable. Con el fin de entender en profundidad y reflexionar sobre la obra es necesario destripar acciones, personajes y tramas con el fin de llegar a tender la obra de una forma muchos más detenida.* 


  La no Divina Comedia es una obra teatral del autor del romanticismo polaco Zygmunt Krasinski. Quien conforma, junto a Adam Mickiewicz y Juliusz Slowacki, la conocida «triada romántica». En Polonia esta obra dramática es considerada obra cumbre de las letras románticas, cuya relevancia marcó un antes y un después para la literatura de este país. 

Por lo tanto, la obra teatral de La no Divina Comedia tiene como punto de enfoque la reflexión sobre la sociedad de su tiempo. Dentro de una perspectiva, aparentemente, conservadora y religiosa. Inclusive, podría considerarse, una reinterpretación de los hechos acontecidos dentro de la vida y la época del autor. Ya que Krasinski vivió de primera mano la crisis económica, política y territorial (y por lo tanto también de identidad) que acaeció en su país durante el siglo XVIII.

La obra se divide en cuatro partes (que no escenas) protagonizadas por la figura protagonista el Novio/Marido/Conde Henryk, quien será el propulsor de la acción y la problemática que dará vida al drama. Al comienzo de cada parte destaca el gran volumen de relevancia de las acotaciones, llegando a ser de igual relevancia poética que el contenido en sí de la obra. No hay un antagonista claro en esta obra, ya que eso dependerá del punto del que cada lector quiera enfocarlo, ya que, por un lado, se le puede atribuir a las entidades perversas y sobrenaturales, al propio protagonista e incluso en el revolucionario Pankracy. Por lo tanto, se tratarán temas como la familia, el sentimiento de nación, las tensiones entre las clases acomodadas y conservadoras contra las más bajas y de índole revolucionario. Resaltando por encima de todos ellos el profundo sentir cívico y religioso encarnado en el personaje del Novio/Marido.


El argumento de la obra se centrará sobre los errores y los pecados que el joven Novio cometerá a causa de su desconocimiento y su juventud. Dicho precio a pagar se cobrará con la muerte de su joven esposa y con la enfermedad de su único hijo. Más adelante, en su etapa más adulta, se verá envuelto no solo en un dilema en cuanto a que hacer con respecto a su hijo, cuyas aspiraciones poéticas se verán implícitamente relacionadas con la actividad mística y paranormal del más allá, sino que se verá en la necesidad de luchar por un sistema caduco del que forma parte y que, sin él, no podrá existir. Todo envuelto en un aura de misterio, frustración y búsqueda entre los aspectos más oscuros y truculentos del alma humana.

Me parece sumamente curioso mencionar los paralelismos entre el nombre de La Divina Comedia de Dante Alighieri y La no Divina Comedia de Zygmunt Krasinski. Ya que en esencia son obras sumamente diferentes, la primera es una obra narrativa escrita en verso, mientras que la segunda, proviene del género del teatro. Las dos, en esencia, son una crítica encubierta hacia sus respectivas sociedades donde los protagonistas se enfrentan a un viaje cuya meta será la idea de lo divino o lo espiritual. En el caso de Dante el viaje será físico, andará por tramos del Infirmo y el Purgatorio para acabar siendo purificado y ascender al Paraíso. Mientras que en Krasinski el viaje al que se enfrentará en su obra será más interior y espiritual, y al contrario que, en la anterior obra, su viaje no acabará bien.


Dicho «viaje» en la obra teatral se encontrará envuelta por múltiples acontecimientos, los cuales son muy propios del sentir romántico de la época. Pudiendo identificar figuras como la presencia de la muerte junto a los seres sobrenaturales, los fantasmas, demonios y espíritus malignos. La aparición de lo místico y espiritual encarnada en la figura del poeta (personaje que encarna el hijo del conde Henryk, Orcio) y en la aparición de un ángel guardián. En escenarios propios el movimiento literario del romanticismo como: iglesias, cementerios, lugares malditos como el sótano de la fortaleza, torres y ruinas. Sin contar con las muertes trágicas que acontecen la obra por parte de toda la familia, comenzando con la enfermedad mental de la Esposa, el asesinato de Orcio en medio de la batalla final y el suicidio (elemento más que característico del romanticismo) del propio conde Henryk.

En conclusión, esta obra trae a relucir elementos que hacen de ella una obra digna de ser leída e inclusive comparada con otras dentro de su misma época a nivel Europeo y Mundial. Es curioso mencionar la interpretación que hace Krasinski  del poeta como interprete divino y profeta – clara alusión a las raíces clásicas de Grecia y Roma – junto a la importancia de la figura del hombre, dentro de este movimiento de romanticismo polaco, como una encarnación de la moralidad y extensión de los valores que deben representar así mismo a la sociedad, al propio Estado en su conjunto. Además del interés por potenciar estos mensajes por medio de la vislumbrarían de las facciones más oscuras del alma humana. Por lo que concluiremos, junto al la importancia de la juventud, como sinónimo de la revitalización de «buenos valores» como metáfora de regeneración social y a su vez política. Todo envuelto en el puro misticismo de lo oculto, que se relaciona a su vez con el  martirio de la victima – que recuerda a la religión Católica, influencia muy presente en toda la obra – por medio de dicha sociedad. Poniendo de manifiesto esta relación entre lo puramente poéticos, con lo político y lo religioso a través de la obra de  Zygmunt Krasinski.